lunes, 22 de junio de 2015

Deberías hacer ciencias políticas

Cuando estudiaba en la facultad  y andaba metido en tema de sindicalismo universitario en  AEP me costaba mucho entender a aquella gente que me decía que debería hacer Ciencias Políticas. Todo porque era evidente que me interesaba la política y me movía. Aún más entonces que ahora pensaba que aquello debía ser lo normal en una sociedad democrática, dedicar una parte de tu tiempo a enterarte de los asuntos públicos y participar en ellos. Lo que es ejercer de ciudadano. 
La mentalidad del “deberías haber hecho ciencias políticas” traslucía también una visión de la política para especialistas que creo que no acaba de casar con una visión democrática de la política. Por lo menos no con la mía. No quiero decir con ello que no sean necesarias habilidades, artes y oficios aprendidos para el ejercicio de la política y que haya asesores y profesionales de la política. El veneno está en la dosis, me dijo una vez la Sra. Miguel. 
Sí que creo que uno tiene que tener una forma de ganarse la vida, y en aquel entonces creo que acerté con la carrera que hice y no lo hubiese hecho haciendo ciencias políticas. Carrera ni en la que pensé, lo más parecido que me rondó por la cabeza fue periodismo. Quien dice carrera dice cualquier otro tipo de formación, hablo formarse para poder ganarse la vida. 
No me gusta la proliferación de politólogos en listas, no me gusta que haya tan pocos ingenieras, médicos, electricistas, físicos o arquitectas en las listas de izquierdas, cuando las políticas de izquierdas pasan por construir hospitales o colegios y llenarlos de personas que sepan que hacer allí. Por saber construir puentes y carreteras. Quizás haya algo también que haga que no estén tan representados, tienen más complicado dejar su trabajo porque acostumbra a ser mejor opción laboral que la de un politólogo raso. No sé cual es la salida profesional principal tiene un politólogo. Yo diría que servir a algún poder, si quieren para transformarlo y de ahí ha hablar de casta hay un paso. 
Sin menoscabar la crisis, me da la sensación de que en algunos perfiles de la nueva política pesa el creer que merecen más de la vida. Porque he hablado de formaciones, pero ¿cuántos obreros manuales hay en las listas rupturistas? ¿Es acorde con el discurso esa falta?  O ¿cuánto hay de reaccionario en la crítica a que haya gente que tiene carreras y pone cafés? Si lo miras al revés, ¿un camarero no puede tener formación superior? Ojo, que todo el mundo debe poderse ganar la vida dignamente, es decir pagarse techo, comida y unos mínimos de ocio con su trabajo, pero eso es independiente de tener 3 carreras y 2 másters si concretar. 
Sé que me estoy metiendo en un berenjenal de esos que un día me pueden costar algún cargo futuro, por lo menos la simpatía del gremio.  Me ha contado mi madre que el director de mi colegio ya de pequeño le dijo a mi madre que yo sería ministro añadiendo un “sé de lo que hablo”. No veo el camino la verdad, pero el señor Fabregat y aquellos compañeros merecían el intento. 
Cuando acabe matemáticas, me dio por querer seguir estudiando y me matriculé en la UNED a hacer ciencias políticas. Ya trabajaba y no avancé mucho, en 2 o 3 años aprobé matemáticas aplicadas a las ciencias sociales y economía. Me gustó mucho hacer esas mates, tuve que dedicarles tiempos, no me costó, pero aprendí matemáticas, porque la asignatura de estadística de la facultad no me servía para entender ninguna encuesta, triste pero cierto. Lo que me pareció más espectacular de mi breve e inconcluso paso por la politología eran que en introducción a la sociología e introducción a la política, medio o ⅔ del libro era la explicación de porque eran un ciencia y un paseo histórico de personajes explicando porque eran una ciencia. Fantástico, me quedó claro que la base de la ciencia política es la propia justificación. Lamentablemente las mates es tan ciencia que no se molestaban en explicarnos que éramos una ciencia, lo éramos y punto, una lástima porque estas cosas son las que luego quedan cuando te has licenciado y porque no puede ser que uno haga una carrera de ciencias y no haya dedicado un momento a pensar que quiere decir eso. Ser una ciencia no lo cura todo, sé de gentes con conocimientos científicos y que entienden mejor una encuesta o estadística que yo que no dudan en usar la homeopatía. 
¿Que piensan ustedes de la proliferación de ciertos perfiles en las listas de los candidaturas progresistas y de izquierda? ¿Por cierto quién pone a los obreros manuales? ¿Les parecen las restricciones de sueldos ayudan a que se acerquen otros perfiles?  ¿No fomenta eso que vaya a la institución o gente de perfil laboral bajo o funcionarios que no corren el riesgo de volver a su puesto de trabajo? ¿Estudiar para ganarse la vida? ¿Carreras pensando en las salidas profesionales?

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