CG: ¿Hace mucho
que esperas?
EO: No, acabo de
hablar con el paleta de las reformas del piso. Del pisito.
CG: Estamos de
estreno.
EO: Sí, bueno. Ha
sido la bomba el tipo. ¡La bomba! Todo pulido, todo limpio. Pero en la habitación
grande una cama de matrimonio, vale, pero de las estrechas, eso sí un montón de
armario. Amplias estanterías, puertas super cuadradas. Paredes blancas, sin
gracia.
CG: Hombre, para
el uso que le das al piso te iría mejor una cama grande. No te sonrojes. ¿Y tú
ni mu, no?
EO: No. Claro, le
he dicho, que a mi me iría mejor una cama más grande y no tanto mueble que
traigo poco que guardar. Y algo de alegría. Y él diciéndome que no sé de lo que
hablo, que el tiene mucha vida y experiencia, que hay espacio para dos allí
para dormir y que al ser un piso pequeño un armario grande da mucho respiro. Y
que el blanco nunca pasa de modo, que otros colores cansan.
CG: ¿No le has
explicado tu gusto por la cama grande?
EO: ¡Quita! Que
debe ser de misa casi diaria.
CG: Si, son cosas
nuestras, no tiene que meter las narices tu experto vital. Ni nosotros en la
suya, que al tipo no le debe gustar su mujer. Un espacio para dormir y punto.
EO: Bueno, pero
tiene en mente el procrear, no sé si con palomas o con que. Me ha dejado la
habitación pequeña como si fueran conejeras.
CG: Hombre, la
cría urbana de conejos como alternativa a la crisis.
EO: Eso para ti y
tus chaladuras alternativas. La cosa va, en que me ponga a tener hijos. Lo ha
montado para poner literas, en su cabeza allí caben cuatro.
CG: ¿Cuatro? ¡Qué
locura!
EO: En su cabeza,
a mi muy loco ni dos. Y otra vez a vueltas con su experiencia, con que el sabe
de la vida, de cómo reformar un piso, del alicate, de la pintura y para lo que
no sabe él tiene a su cuadrilla.
CG: No me lo
digas, la cuadrilla de los mejores.
EO: Sí, técnicos
diplomados. Bah!
CG: Y los mejores
están por pisos para tener hijos y más hijos. Cama pequeña para hacer lo que
hay que hacer, literas a saco, la cocina sólo con fuegos grandes para hacer
comida para regimientos. Todo dicho de forma técnica. ¿Va así?
EO: Va así.
CG: El piso es
tuyo y tu vida también. De toda la vida por más técnicos que digas tú, un
paleta es un paleta y no decide como deben ser los pisos. Además en tu caso no
tienes ni que hablar con nadie, en esto ni tu mujer opina. Hablas con el
paleta, hablas con el lampista… vale, pero tú les dices lo que quieres.
EO: He confiado.
CG: ¿Has
confiado?
EO: Joder, el era
el experto, no tenía tiempo ni ganas de dolores de cabeza, me parecía claro lo
que había que hacer. Así lo hago en mi trabajo, en la oficina confiamos en el
técnico que toca.
CG: ¿Experto?
¿Técnico? Oye tu paleta no se llamará Monti o Draghi …
EO:
¡Comunislistilla! Ahora no me metas la chapa señorita Guardiño.
CG: ¿Señorita? Si
te mentas mi apellido es que estás tocado. Para tu paleta Draghi, en el mejor
de los casos su vida va de dormir con su mujer y tener un saco de hijos. Vamos
incluso diría que no le gusta su mujer, yace al lado y la preña. Desde sus
necesidades las reformas han sido perfectas para un piso perfecto…
EO: … a sus
necesidades. Vale, querida Cruz. Tu madre te puso el nombre con criterio. Si no
fueras tan guapa el carácter te perdería. ¿Quieres subir a verlo?
CG: Pensaba que
no me dejarías subir, que irías a buscar a alguna experta profesional. Esto… a
una técnica diplomada.
EO: Ciertamente
con un beso tuyo no se sube el PIB.
CG: De todas
formas ya hace muchos años que no lo hago una litera.