En aquellas elecciones, como casi siempre en l’Hospitalet,
hacía de apoderado (electoral) de la cuadrilla de ICV-EUiA en mi colegio, que
antes era las piscinas y entonces un despacho de la UNED en lo que había sido
una fábrica de la Señora Tecla Sala. Como siempre un apoderado de los nuestros
por varios del PSC, no sé cómo debe ser ahora. De aquel día me acuerdo de uno de
ellos que luego he ido oyendo y sabiendo de sobrenombre Felino. Nos tenía
simpatía, en alguno de los corrillos que hacíamos me vino a decir algo así como
que los vuestros siempre se llevaron los porrazos y luego nosotros los votos.
¿Nosotros? Sí, los comunistas o los del PSUC. Algo así.
Luego me explicó experiencias contra el franquismo como
trabajador de la SEAT. Era del PT (Partido del Trabajo de España) y de CCOO,
se la jugaba bastante por lo que decía. Mi padre me lo confirmó, también
militante de CCOO en SEAT entonces y hasta que se jubiló, y no sólo él me lo
confirmaron. Me explicó que durante aquella época, supongo que estertores del
franquismo, la policía o vete a saber quien vinculada a ella, le llamaban a
casa y le amenazaban directamente o por medio de su madre. Cuando vinieron las
primeras elecciones llegó a hipotecar su piso para ayudar en la financiación de
la campaña electoral. Me comentaba que había gente que le decía, con buen
criterio creo, algo así como ¿cómo te juegas el piso? Y él por lo visto les
respondía algo como que si se había jugado la vida contra el franquismo, ¿cómo
no se iba a jugar el piso?
Quizás esas deudas fueron las que lo llevaron al PSC. Hay quien
alguna vez me ha apuntado que gentes de la más diversa izquierda acabó acogida
en el PSC-PSOE porque les echaron alguna mano en ese sentido y acumulaban
cuadros y sectores interesantes, por ejemplo el PSP de Tierno Galván e incluso
otros de izquierdas más radicales y duras.
Ahí era mi padre el que me hablaba de la apuesta más grande, la
de unos compañero de taller en la SEAT, los del ERAT (Ejército Revolucionario de Ayuda a los
Trabajadores). Alguna vez, en mi época de universidad o incluso del
instituto, se veía alguna asamblea de trabajadores de SEAT en la televisión y
me decía ese de la UGT era de los del caso ERAT. -¿Caso ERAT?- Sí, ¿no has oído
hablar de ellos? Y me explicaba lo de los atracos a los inicios de la
democracia y que cayeron. Y años después volvieron a la SEAT y siendo de la
UGT, pero no sé confirmarlo. Al principio casi creía que se lo inventaba,
porque no había oído hablar de ellos a nadie más y también por la historia de
unos ugetistas que había optado no hacía tanto por la lucha armada. Quizás todo
queda en el saco turbio de la transición donde estaban los GRAPO y el caso
Scala. Y aunque turbio por la transición y el tiempo algo de verdad habría en
todo eso.
¿Y si mi padre le hubiese dado la venada de con un hijo de 2
años incorporarse a eso grupo? Cuando alguna vez he visto a Aleida Guevara me
viene eso a la cabeza, la pérdida de un padre, en cualquier caso por la llamada
de la revolución, si se quiere por la Humanidad. Pero no sé si eso se perdona,
a lo Gramsci “Cuántas veces me he
preguntado si era posible ligarse a una masa cuando no se había querido a
nadie, ni siquiera a la propia familia, si era posible amar a una colectividad
cuando no se había amado profundamente a criaturas humanas individuales.” Y
sí, pero uno no podría dejar de pensar, ¿con todos los padres del mundo porque
tiene que ir el mío?
De hijos de, dejamos para otro día a Sergi Pàmies. No sé si en Debate Callejero, siguen mucho a Sergi Pàmies, hijo de la
escritora comunista Teresa Pàmies y del secretario general del PSUC, Gregorio
López Raimundo. Que por la lucha antifranquista del padre no le pudo poner su
apellido cuando nació y al que adoro
escuchar en la radio o leer, especialmente cuando habla de sus padres y su
compromiso y como lo vivía y vive él.
Pero volviendo a lo conocido y cercano conozco a amigos
vinculados más o menos a la izquierda dependiendo del momento de mi época en AEP y esas cosas. Uno hace unos años el padre estaba
pendiente de un ERE y tenía que decidir que le convenía más entre 2 ofertas de
la empresa, y el día anterior todavía no se lo había mirado porque tenía una
reunión del frente vecinal en el partido. ¿Primero el partido y luego ya si eso
la propia pensión para otro día?. El otro tenía un padre de la SEAT que se
había tomado tan en serio las cosas que no acaba de afrontar que la gente se
calentaba la boca en general y en las asambleas en particular o que cuando la cosa
tenía que ver con ellos muy lanzados, pero cuando era por otros ni aparecían. O
que cuando era por otros todavía en peores condiciones, gentes sin casas a los
que casi se les negaba el agua pública, a él le daba por la bebida, no sabíamos
si como forma de ir para adelante o como estética de la derrota. O algo así.
Apuestas arriesgadas en lo personal, no sé sabe bien hacia qué
puerto colectivo.
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