No sé si conocen el argumento de Terra Baixa (Tierra Baja), obra del Ángel Guimerà (1845-1924), entre otras cosas dramaturgo catalán nacido en Las Canarias dentro del movimiento de la Renaixença (el resurgimiento de la lengua y cultura catalanas de finales del siglo XIX). Creo que no he visto esta obra de teatro pero sí que la leí durante el bachillerato.
De lo que me queda en la memoria, el argumento de Terra Baixa, que al estilo de la convención revolucionaria francesa, contrapone las tierras altas de la naturaleza, la pureza y la bondad a la tierra baja de las malas pasiones y las cosas de los hombres. De la tierra alta baja un pastor llamado Manelic para casarse en las tierra baja con la amante del señor de las tierras, de las de arriba y de las de abajo y todo lo que se mueve por ellas, incluso las personas. Ese matrimonio es para que “l’amo” mantenga su estatus dentro de las convenciones sociales y su voluntad. Se contrapone también el carácter del hombre sencillo y bueno contra el del señor dominado por las bajas pasiones y su voluntad de poder, que acaba dramáticamente con la muerte, no me atreveré a decir que justa, del malvado señor.
Este argumento del clásico del teatro calatán ha sido puesto al día en el Teatre Nacional de Catalunya, como Terra baixa (Reconstrucció d'un crim) desde mediados de enero hasta finales de febrero. Así que ya no llegan a tiempo, y diría que desgraciadamente las obras del TNC no hacen ruta, así que llego tarde. Nos presentan la trama con una moderna escenografía de luces fluorescentes y oscuros, nada de fondos de época e hilvanada por una periodista y un comisario de la Barcelona de ebullición y crisis social de la época. Una periodista con voluntad de explicar el contexto social y la injusticia latente que intuye en el crimen y un comisario al servicio de la represión contra obreros y clases populares.
Me parece interesante y buena idea la puesta a punto de la obra, la deberían ver. No lo he comentado todavía con el amigo y compañero Filodoxia, también me gusta escuchar en la obra otros acentos menos normativos en una representación en lengua catalana. A mí personalmente lo que me chirrió fue la excesiva vinculación a la lucha de clases o la histórica del movimiento obrero, desde las revueltas anarquistas hasta la derrota en nuestra guerra civil. Un punto me habría gustado, pero llegó un momento que me pareció demasiado, me asaltó cierto pudor. Es una reacción que tengo cuando me da la impresión que me quieren dar demasiado la razón y me pone en alerta. Es decir soy una persona de izquierdas y de largo abolengo popular, por eso debería gustarme la apuesta, pero no, me incomoda. Creo que se estira demasiado vincular el crimen, y la situación que lo producen con todas las revoluciones que siguieron, bien el contexto en la ciudad de Barcelona pero se me alargó demasiado.
Eso sí, muchos aplausos y público emotivo puesto en pie. Yo soy una persona más sobria la verdad en mi izquierdismo. Cotizo, me reuno y voto, pero cada vez me repele más excesivo folclore, porque me aleja de la acción y el cambio en el aquí y ahora. También me dio por pensar a qué acción me debería llevar ver la obra, y al resto del público cuando los que estamos allí nos podemos pagar los precios de este teatro, aunque con previsión puede haber interesantes ofertas. Sin contar con hacer el abono por varias obras, como no será la primera vez que les recomiende.
En esas estaba, pensando en si se trataba de llamar a la revolución, o a cierto grado de cambio, no sé si éramos los sujetos destinados. O sí. O en cómo llevar esa llamada a los barrios. En si eso, sería un teatro popular o como hacerlo. En esa voluntad de incidir ahí.
Y vuelvo a una conversación reciente con el Sr. Filodoxia, por más afiliado que sea uno a Izquierda de la buena, y todo eso somos clase media mundial o por encima. Y si mezclo una vieja columna de Haro Tecglen que decía que proletariado eran los que solo podían aportar al país más que su prole, y que yo tengo un hijo único. Va cuadrando en el aquí y ahora quién es el proletariado, ese que son número y que intentan llegar a nuestras ciudades, a nuestras tierras por su pedazo de derechos, libertades y pan. Brazos para nuestra economía, el turismo como fábrica. Divago quizás, pero intuyo bastante.
Como curiosidad final, en los días previos a la obra me había parecido oir o leer que la obra se ponía el contexto de este Terra Baixa en la Setmana Tràgica, pero no, era por las bomba de corpus, que en palabra de la Guardia Civil, de ahora 2023, es su reseña histórica sobre el terrorismo nos dice:
Y previamente nos contextualiza: “En 1881 el gobierno, ante el clamor popular, refuerza el despliegue de la Guardia Civil en Andalucía para hacer frente al anarquismo en la región evitando no sólo su consolidación, sino restableciendo la normalidad en la zona en 1883.”
Clamor popular, en 1881 el de mi abogado Fernando.
Clamor popular, en 2023 en Barcelona, el que hubo en el público de esta puesta al día en el TNC, porque creo que ciertas luchas y situaciones vividas por los míos se acaban dejando adheridas a la piel de forma casi genética, en una mirada. E intuyo, sobre todo, que habría que darle una vuelta a esa explicación algo vetusta alguien.
Nada debatido y publicado 08/03/2023.
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