sábado, 3 de octubre de 2020

La mentirijilla como arma en la batalla del motor de Barcelona

 Hace unos años, me sorprendió que el cura del funeral de mi tío dijese que mis abuelos habían decidido incorporarlo al nacer a la santa madre iglesia mediante el sacramento del bautismo y esas cosas. Me pareció que al cura le iba bien para hilvanar su discurso y alguna cosa más, y aunque podría decir que no era verdad me tenía que callar. ¿En los años 40 podrían mis abuelos haber decidido otra cosa? Mi abuelo el que estuvo en un batallón de trabajadores después de haber perdido la guerra.


Y he vuelto a pensar últimamente con los artículos de los temas de moda en los medios y debates: ocupaciones de viviendas, la defensa de la monarquía y los cambios en el urbanismo y la movilidad en ciudades como Barcelona. Muchas veces entroncando con las “fake news” y desde medios serios y publicados en papel. 


No sé si les está llegando y de qué manera los “debates” en torno a los cambios en la movilidad en la ciudad de Barcelona. Lo que parece una necesidad de salud y de sostenibilidad: volver a darle al peatón más espacio en nuestras ciudades y por consiguiente ir quitando el espacio a motor está desatando todo tipo de noticias, artículos y opiniones contra el gobierno de la ciudad de Barcelona.