jueves, 21 de abril de 2016

Unas vueltas democráticas

Si usted tiene intención de construir una organización democrática y mira un poco a la historia, puede hacer que cuele si reduce suficiente el censo. La mayoría de las que llamamos viejas sociedades democráticas se han basado en eso. Así si empezamos por los orígenes del concepto de democracia en Europa y vamos a la antigua Atenas veremos que en su mejor momento, en cuanto al desarrollo democrático, no podían participar todos, ni todas, bueno más bien ninguna. Sólos los ciudadanos varones de varias generaciones, y ni mujeres, ni trabajadores, ya fuesen ciudadanos ni esclavos. Pero no era una situación estática, sino que tenía avances y retrocesos en el acceso a los derechos de participación, como ahora.

Podríamos seguir en la actualidad, con los ejemplos de la democracias anglosajonas. Son las que vienen de tan viejo y restrictivo que siguen con la elección uninominal mayoritaria como si siguiesen votando los señoritos del siglo XVIII o XIX y no hubiese clases sociales en la política como cuando sólo votaban los cuatro que lo tenían permitido. Eso como en Grecia fue cambiando y creciendo. Pero cuando decimos que son las democracias más viejas, ¿desde cuando estamos contando?

Hace poco ha estado el presidente de los Estados Unidos en Cuba y hemos vuelto a ver y leer lo de la poca democracia en Cuba y como eso de la democracia en Cuba y en todo el mundo les preocupa tanto y tanto a los estadounidenses. A mi me entra la risa. ¿Que tal iba de democracia los USA el 31 de diciembre de 1958?¿Participaban todos? Y si participaban todos ¿de que iba lo de la lucha por los derechos civiles posterior? ¿Vale solo con proclamar los derechos o son derechos cuando se pueden ejercer? Y no es el tema de hoy pero ¿les parecía a los USA que había democracia en Cuba antes de Fidel? No estoy defendiendo al sistema político cubano, simplemente estoy criticando a los otros. No entro tampoco en el imperialismo democratista de atenienses y anglosajones. ¿Eran ciudadanos del imperio británico los indios o africanos que vivían bajo él? ¿Le pareció nunca a Churchill que había un telón de acero en África?

Pero bueno, lo de la democracia como la mejor forma de tomar decisiones llega hasta donde llega y no parece que haya hecho a todas partes en nuestras sociedades. No se la conoce por ejemplo en las empresas. No quiero decir que no tengamos derechos, los tenemos cada día más menguados eso sí, digo que las decisiones en esa microsociedad que es la empresa no siguen métodos democráticos. La democracia no ha entrado en el puesto de trabajo cuando allí estamos en el meollo de la economía, cuando creo que la economía es la parte esencial de la política y posiblemente el lugar donde los que tenemos trabajo pasamos la mayor parte de nuestro tiempo. Quizás sea esa la otra vía para facilitar que todo sea democracia además de reducir el censo: reducir los temas (políticos) susceptible de ser tratados y votados por todos. 

Sin ser tan extremista en esto de la democracia, me da la impresión que ya lo estamos viendo en esta crisis. Nos vamos encontrando cada vez más en la democracia española con temas sobre los que no vamos a poder decidir, sobretodo temas económicos y por otra parte no parece que encontremos fórmulas fáciles para poder participar en las decisiones a nivel más grandes como la Unión Europea, así que entrar la democracia en las empresas se torna harto complicado. Y parece que la reducción del censo y reducción de los temas a tratar es la nueva y clásica vía de acceso a la democracia.

martes, 19 de abril de 2016

Con el pan (de dios) no se juega

En alguna ocasión Manuel Vázquez Montalbán rememoraba su niñez y esos sentidos momentos de felicidad al ver llegar a su madre de la compra con el pan y las olivas. En esas pequeñas fiestas familiares desearía que me gustasen las olivas, como cuando el Senyoret me las pide y disfruta desde mucho más allá de su media vida, pero no sería capaz de semejante esfuerzo. Disfruto del pan, de pellizcarlo si es de barra, recién comprado en la panadería y repartirlo si me acompaña el Senyoret como si fuese nuestro secreto y nadie nos fuera a pillar en la travesura. Eso si fuese en una comida con mi madre, lo más crujiente del pan, el principio y el final serían para ella. 

Volver de alguna compra y dejarle el porte de la barra al Senyoret y hablar y preguntarme y rezagarse y de un tiempo a esta parte soñar despierto. Jugar que es otro, que es un héroe no sé dónde y volverse un valiente guerrero o guerrillero o soldado de la república al servicio de Leia o de cualquier otra princesa. O simplemente del bien en frente del mal o de los malos, así en genérico. Historias que construye a retazos de lo que le explican compañeros del colegio o pequeñas migajas de información de estar por casa. Es curioso lo casi innato de hacer de todo un arma a esas edades y combatir con sus 5 años casi 6, y creerse el más fuerte.

Pero si cuando lleva la barra la convierte en un arma por ahí no puedo pasar. !Unai, no hagas eso con el pan! Y le diría otra cosa y más cuando me pide explicaciones. Y se las doy, pero no habría mejor resumen que aquel de que con el pan (de dios) no se juega. ¿Por qué? Pues porque con el pan no se juega, y punto pelota. Pero no, le razono y no sé si le queda claro como me quedaba a mí. Lo de dios añadido al pan no lo escuché en mi casa, sí quizás a mis primos o mis tías, pero en cualquier caso hasta se lo diría tal cual: con el pan de dios no se juega. 

En casa, en casa de cuando vivía con mis padres, se era más bien ateo y de una anticlericalismo razonable. Eso sí, alguna vez he visto a mi padre preocupado por mi tibieza agnóstica. Preocupación razonable como no podía ser de otra manera para no caer en una beatería ateísta. Más razonable y razonada que la de mi madre, más dada a reírse de estas cosas cuanto más solemnidad tenga el momento. Eso sí, mi madre aprovechaba mi buena voluntad a cumplir con las normas cristianas, con otros padres ahora viviría en El Vaticano, y comíamos verdura los viernes de la cuaresma para hacer la abstinencia de carne que marcaban los cánones de Roma, los que valen para ser católico. He madurado y ya como verdura más alegremente, de lo otro también y tardé menos, y ahora echo de menos lo de darse la paz al final de la misa.

La verdad que el Senyoret come bien y de todo, así que no hay cuaresma para que coma también verdura. Sería difícil de aprovechar, no está bautizado y es un tipo formal, si dios al final existe seguro que valorará que no hayamos intentado engañarle me ha dicho siempre mi padre. De todas formas sí que a veces pienso que estaría bien recuperar lo de bendecir la mesa y dar las gracias por los alimentos que vamos a recibir. Digo recuperar pero del cristianismo, en mi casa nunca se ha bendecido y de tanto en tanto recuerda mi madre cuando era joven y fue a ver a unos parientes en Valladolid y le pilló a traición la bendición de la mesa del cabeza de família. Casi se atraganta con ese humor suyo sobre lo que le parece ridículo y aguantó dignamente como pudo, pero debió ser un gran mal momento. 

Sí, así como a algunos les da por recuperar ancestrales y lejanas religiosidades de relación con la naturaleza de algunas tribus indígenas lejos de Europa, no me importaría rescatar el no dar por supuesto el tener comida todos los días como tenemos. Y en la forma y cantidades que los tenemos. Me parecería algo importante a transmitirle al Senyoret, no lo ha sido en nuestra historia y no lo es a nivel mundial, no siempre se tiene pan, agua y techo como lo tenemos en casa. ¿Cómo hacerlo? Eso ya es otra historia, pero alguna historia no vamos inventando para recuperar la dignidad del pan, de ciertas austeridades y celebrar que tenemos lo que necesitamos en la mesa.

lunes, 18 de abril de 2016

Es fácil ser de izquierdas en este país

Hubo tiempos en que hasta los liberales se afiliaban al PCE, ¿no serían otra cosa aquellos destacados afilados con estudios y lecturas de finales de los 50 y 60 sensibles a la muerte de Ortega y Gasset? Pero es que no había otra cosa con actividad antifascista real, y por tanto democrática, en aquellos años y por otra parte es que aquí la derecha es muy bruta y más entonces. Con lo que simplemente con un poco de humanidad se tiene a un izquierdista radical contra toda razón y taxonomía política. Así de fácil es parecer de izquierdas en este país. 

Lo mismo para personas que para organizaciones. ¿Puede realmente hablarse del PSOE como organización ni siquiera socialdemócrata? Su intervención económica ha sido privatizadora y desreguladora en lo laboral. Cuando mi padre me habla de desconfiar de las izquierdas de algunos y de los virajes siempre pone el ejemplo de los prestamistas (laborales). En los setenta era una lucha sindical importantísima y miren ustedes como la reaparecieron con las ETTs. Y hasta eso se ha quedado corto con la de empresas de servicios y subcontratas que se pueden encontrar en la actividad económica española. Las privatizaciones fueron iniciadas por el PSOE y no recuerdo algún gesto en el camino hacia el socialismo que haya ido en camino contrario ni en sectores de claro monopolio u oligopolio de servicios esenciales. Sí, seré pesado, pero hay que decirlo, Felipe González ha acabado donde ha acabado, de consejero de esas grandes empresas y un día sabremos de dónde venía, pero en el trayecto no lo he visto construyendo el socialismo, quizás en algunas buenas cosas como un liberal y basta. 

Podría realmente si no tuviese que ir a trabajar mañana o hacer cosa por casa seguir ciscándome en el PSOE de Felipe González y sus políticas pero me falta tiempo y dinero y sobretodo porque hay maquinarias de propaganda brutales. Por edad no puedo dejar de recordar a El País en el cambio de siglo, antes y después. Cómo se pudo convertir a ese periódico en referencia de izquierdas en España para muchos. Alucina. El medio nunca se declaró de izquierdas, y si algo se habría declarado alguna vez sería como liberal, pero no es poco para nuestro país lo reconozco. Lo que era alarmante que pasase por luz de la izquierda un diario fundado por gentes franquistas como Fraga, Polanco y que incluso tenía al más Serrano-Suñer como accionista. Ojito con el trío. A partir de ahí me explican lo que quieran, que Fraga y Polanco nunca fueron franquistas, ni que su fortuna no estuviese ligada al régimen franquista y que Serrano-Suñer había cambiado mucho desde su pasado pro-nazi en el que mandó a morir a miles de republicanos que repudió como españoles.

Un periódico con ese trío tiene que ser progreso y no otros. Por lo menos su propio progreso económico. Sería incapaz de separar muchos de sus titulares y tejemanajes de sus negocios en Latinoamérica o en Europa, como tampoco de los posicionamientos del lobbysta modernizador. 

Pero ahora El País, el PSOE y Felipe pintan menos. Hemos visto los estragos de sus propuestas económica, se van a tener que esforzar para seguir vendiendo la misma mercancía retórica, pero he de reconocer que aun nos podrán sorprender y les acabaremos comprando el yate si no estamos atentos como tantos años les hemos comprado casi todo lo que nos vendían.