El pasado miércoles 27 de octubre nos volvimos a reunir los de Esquerra Unida de la ciudad de Barcelona, se mire como se mire una gran noticia en lo personal y lo político o en lo político y lo personal. Sí, una organización humilde y modesta y difícil de seguir sus vericuetos incluso para los muy cafeteros de Debate Callejero. Soy consciente, pero los de la política clásica somos así, nos gusta acumular la experiencia con sus errores para encarar presente y futuro y no tirar al niño con la palangana.
Una parte de las vicisitudes que hicieron que no nos reuniéramos fue el robo y congelación de EUiA, entonces IU en Catalunya, por parte de un minoría pero muy bien situada. Ya expliqué en aquel momento que supuraba bilis de impotencia y que al final, al no haber más reuniones mientras se tomaban decisiones contra nosotros, los militantes, por parte de la dirección vinculada a ERC, me hizo devolver los recibos con mucha tristeza. Así estaban las cosas cuando retomábamos la presencia organizativa y política de Izquierda Unida en Catalunya con la refundación de EUCat, que nos vino la pandemia encima.
Y con la pandemia se paró todo, y aunque alguna reunión se hizo, e incluso la primera asamblea constituyente, de forma digital con las dificultades inherentes al formato. Que también tiene cosas positivas para los padres pero el debate se complica mucho se tengan más o menos habilidades y suertes tecnológicas.
Así que por esta parte contento y feliz de la asamblea, simplemente por el hecho de reunirnos con los compañeros y las pocas compañeras y poder salir de la reflexión y el contacto individualizado e inclusos solitario para hacer reflexión colectiva.
El principal motivo era el debate con el documento de balance de la acción de gobierno en lo que llevamos de legislatura. Así mismo, compartir informaciones, dudas y deseos sobre el proceso asambleario de Catalunya en Comú y sobre la propia situación de EUCat.
Del debate de la acción de gobierno hubo consenso sobre nuestra apuesta por la coalición de gobierno y sus resultados. Eso sí, con alguna persona que parecía echar de menos estar en la oposición, nada grave o que no le pase al PSOE por ejemplo con Felipe González. Consenso en que en política toca asumir la mejor alternativa, y ahora mismo la alternativa de no apoyar a este gobierno es la de uno de PP y VOX con las políticas que conllevan. Que es importante poder tener ministros, como Unidas Podemos, para poder influir en el BOE, en lo que se escribe en él y orgullosos de los posicionamientos respecto a la normativa laboral, por ejemplo, que nos sitúan con lo defendido por la alianza sindical de CCOO y UGT. En una organización como la nuestra que quiere seguir el hilo rojo, es fundamental; es donde queremos estar.
Los gobiernos de coalición, como los de un sólo partido, siempre responden a propuestas e intereses diversos, y de ahí el debate de las organizaciones de gobierno, pero se asume la necesidad de estar ahí, para poder defendernos de la reforma laboral del PP y su agresividad, o luchar desde allí para tirar hacia posicionamientos claros en materia de vivienda o alquileres. Que ahora nos plantean como radicales, pero que hace 50 años podían ser defendidos por la Democracia Cristiana europea, antes de mutar, junto a la izquierda socialdemócrata, hacia los planteamientos propios del neoliberalismo. Y así nos tenemos que ver, contentos de estar en un gobierno presidido por un curioso señor del PSOE al que casi echan los suyos y por el que tuvimos que gestionar los acuerdos para auparle a la presidencia. Pero la sensación es claramente que así asumimos las necesidades de nuestros vecinos y compañeros de trabajo y que estamos donde hay que estar, con todas las limitaciones, empezando por los votos que nos dan.
Personalmente, del documento – este tipo de documento tiene su fanfarria e intenta contabilizar cosas que son difíciles de contar – lo que más me llamó la atención y me dio la dimensión de la situación, es que sólo dos meses después de tomar posesión se enfrentó al coronavirus y ahí sigue. Creo que por ejemplo los ERTEs y las políticas para mantener empresas y puestos de trabajo hubiesen sido otras sin nuestra presencia, la de UP, y no es poco pero ahí podríamos sumar más temas como los Riders por ejemplo.
Creo que en esos debates hay que estar presente, quiero decir, como las organizaciones que formamos parte del ejecutivo, para visualizar qué fuerzas defienden qué y de qué modo, y poder encarar el debate dentro del gobierno y a favor de nuestros aliados naturales, y poder ayudar así en la defensa de las políticas económicas que defendemos, si es necesario desde la movilización. Las derechas no dejan de hacerlo en ningún momento. En ese sentido no deja de ser un gran logro poder debatir sobre ello en una asamblea local de una pequeña organización como la nuestra. No creo que en Catalunya haya muchas más dentro de las fuerzas del gobierno, ni desde la nueva política, que hayan dedicado una reunión local a hacerlo. Así se empieza, hablándonos para poder actuar luego en consecuencia.
Publicado y debatido en Debate Callejero 10/11/2021.
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