Así a bote pronto a mí también me sorprende lo que se intuye en la pregunta, aunque sea yo quien la haga. Se supone que cuando uno escribe tiene que tener muy claro lo que va a decir pero, una vez más, no es el caso sino más bien una exposición de inquietudes e intuiciones. Allá vamos.
Noto cierta fragua de organizaciones y personajes que se me van mostrando con cierto desacomplejamiento respecto a ciertos temas que en las últimas décadas en España iban más ligados a las derechas que a las izquierdas, o a mis izquierdas por lo menos.
La pregunta del título daría para mucho ya solo en explicar las definiciones de algunas de las palabras que uso, como cuando le preguntaron a Unamuno si creía en dios. Pero hemos venido a debatir como se iba al 1,2,3 a jugar. No sé si hoy el único que se ha ido topando en algunos espacios, no grandes, no de mayorías mediáticas ni organizativas, donde se muestra una izquierda (a la izquierda del PSOE) desacomplejada en el tema nacional, crítica con ciertos feminismos con más apogeo mediático, reivindicación de la familia, no incómoda con la jerarquización orgánica pero posicionada desde las élites, vuelta a propuestas organizativas “duras” del pasado…
Sí, un “nacionalismo español” reivindicador de ciertos aspectos de nuestra historia que en las últimas décadas estaban abandonados: imperio o llámalo aventura americana, vocación universal o hispanismo. Interés alto en la relación en esos aspectos de historia imperial o militar de España. En la misma línea, cuando menos críticos con los “nacionalismos periféricos”, con las nacionalidades, y muy hostiles al “procés” catalán.
Cierto aire conservador en lo moral y familiar. Reivindicación de la familia, no verse a sí mismos ni reivindicarse como antifeministas, pero muy posicionados en contra en los últimos temas sobre género por ejemplo. Quizás más cercanos y cómodos en las temáticas clásicas del feminismo. Quizás ser de un feminismo y punto.
Hacer gala de un anti-elitismo fuerte y si hay un posicionamiento de identidades que contraponer a los nacionalismos periféricos y el género, sería el obrerismo y “el barrio”. E incluso cierto folclore de músculo y gimnasio y hasta ahí me atrevo a llegar en estos aspectos, pero podría dar para más ligado al primer punto.
Una apuesta clara por una organización muy formal, mucho más no sólo que Podemos sino incluso que Izquierda Unida. No solo de formalidad sino incluso de jerarquía, mucho más que IU e incluso más que Podemos. Clara apuesta por la vinculación con la herencia soviética y formas estalinistas de organización, más centralismo democrático y menos asamblearismo; menos inventos y más “ideas claras”.
Vuelta al pasado propio de la izquierda y nostalgia de mejores y gloriosos tiempos: logros de la URSS e incluso de los actuales de la China popular.
Así con brocha gorda dibujaría un VOX de extrema izquierda no eclosionado.
A estas reflexiones he ido llegando al toparme incluso en medios, no de los grandes, pero sí importantes para la izquierda de este país con entrevistas y reflexiones que acompañadas en redes sociales e incluso entrevistas van mostrando una izquierda desacomplejada en los términos anteriores. A raíz de una entrevista en El Viejo Topo, revista con sus limitaciones de público pero que nos llega a algunos con tradición en las izquierdas, me topé con una entrevista de una organización con algunas pinceladas de lo anterior. Constitución en frentes, el “electoral”, el sindical,…. Puesta al día estética de cara a fuera con mucho éxito y mucha presencia en redes, y organización dura. Puesta al día, pero por detrás un partido que reivindica no ya a Stalin, sino a Enver Hoxa. Aunque podríamos encontrar otras variantes organizativas que también se han ido poniendo al día estéticamente y van teniendo presencia por ejemplo entre estudiantes y que no van tan lejos con su nostalgia.
A raíz de eso he visto discusiones de grupos y diferencias por el grado de estalinismo y divergencias sobre Stalin, Hoxa y Mao. O sobre si Cuba es un país comunista o reformista. Pero ya digo con cierta presentación hacia fuera más lustrosa.
Tal como lo leen ahora les pueda mover a la sonrisa o sentir cierto apego en algunos puntos, pero ya estamos viendo sorpresas por la vinculación de jóvenes (además mujeres) a alguna Falange o a VOX. Formas más autoritarias y puestas al día en lo estético nos pueden dar alguna sorpresa o momentos de esos de interés que los amigos chinos nos recomiendan evitar y quizás muestras de un hartazgo a cierta izquierda no sé si líquida, veleta o ligera; y quién sabe si búsqueda de seguridades y anclajes.
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