lunes, 3 de octubre de 2016

¡Ríndanse! ¡Yo ya lo he hecho!

Pongan sus manos con sus votos donde pueda verlas, ¡no me obliguen! que veo que voy a tener que hacer entrega de otro maldito artículo sobre La Diada, el soberanismo, el encaje de Catalunya en España o incluso de Catalunya en la European Union o, por qué no, en el mundo. Están a tiempo, es sencillo, cogen y nos dan la independencia a Catalunya pero ya, si es necesario nos obligan a ella, no lo duden, ni lo piensen.
No me obliguen, por favor se lo pido, a recordarles que se suponía que la CUP daba por perdido el plebiscito de las que se suponían que eran las últimas autonómicas catalanas y aún así van a “Un Once de Setembre que serà triunfal” de la ANC (Assamblea Nacional Catalana) en el que “por primera vez, tenemos el Parlament con mayoría independentista y el Govern de la Generalitat con un mandato inequívoco por la independencia”. Eso da igual, dennos la independencia o mejor la soberanía, pero ya, es por su bien. Que hasta “asistirán” Els Comuns sin convocar.  
No quiero discutir más con nadie sobre si lo que hay qué hacer desde nuestro soberano Parlament es una DUI (Declaración Unilateral de Independencia) o una RUI (Referéndum Unilateral de Independencia) o primero una DUI, para luego ratificar con una RUI. Y en cualquier caso esperar luego, cuando toque, el PADRE2016 a ver que hacemos los ciudadanos con el mandato que le entregamos al Parlament. No quiero ni pensar que si Romeva se da cuenta que va por esos mundos de dios buscando reconocimientos internacionales y se encuentra que la gente entra en la AEAT a bajarse el borrador de PADRE2016 y no nos damos el reconocimiento nacional despistados por ahí fuera. Se le puede romper el corazón, él no se lo merecería y ustedes tampoco que les dé la matraca.  
Es triste independizarse, pero más triste es seguir así, entiéndanlo, es por su bien, me duele más a mí que a ustedes. 
Sobre todo, antes de darnos nuestro natural destino, márquense un detalle y nos regalan una ley electoral propia pero diferente a la española, no como hasta ahora, no queremos una montaña alta la verdad. Le tendríamos que hacer un poema y somos gente práctica, mejor una ley electoral propia. A día de hoy no sabría si seremos capaces de hacerlo en nuestra nueva constitución propia y sería feo arrastrar como ley electoral una disposición transitoria propia (la cuarta) desde el estatuto del 1979. ¿Pero qué es transitorio? ¿La vida humana, 37 años, 18 meses? 
Les amenazo, tenemos un auténtico ejército de politólogos, pacíficos, pero la mayoría son de la UAB, y los que somos de aquí sabemos qué quiere decir eso. Van a pedir clemencia conceptual, porque solo con lo de aclarar el concepto soberanismo se arrepentiran de que sus tatatatatataraabuelos nos ocupasen hace 302 años, se van a quedar sin glucosa para las neuronas. A mi no me cuenten, por parte de madre eran felipistas catalanes que acabaron en Andalucía, bueno en Almería, que es Andalucía pero poco, y por parte de padre austriacistas castellanos.  
Ya veo que finalmente no ceden y que tendré que hacerles un artículo, sobre plebiscitos perdidos, sobre quién es el pueblo, sobre cómo llenar de sentido el inequívoco soberanismo, sobre tipos de referéndums y urnas, sobre acuerdos y desacuerdos y sobre otra diada especial y definitiva más, La Diada del siglo, sobre legitimidades nacionales e internacionales, sobre dónde y a quién les pagaré mis impuestos, sobre balanzas en la UE, sobre si quiero un Parlamento europeo o un rollo confederal como ahora, pero han tenido suerte. Se me va la fuerza por los dedos del teclado, lo dejo para La Diada de 2017.  
Ahora bien, no les extrañe que José Rodríguez venga otro día y a él sí que se la van a tener que dar; si no nos quedan los politólogos de la UPF, la lástima para España es que no haya politólogos de la UB que entonces tendrían alguna oportunidad de no tener que rendirse.  
BSO: Pulp Fiction.

Publicado y comentado en Debate Callejero en 08/09/2016

No hay comentarios: