jueves, 12 de diciembre de 2019

Queridos magos de Oriente…


 ….creo que este año me he portado bien, bastante bien de hecho, he ido a votar cada vez que me han convocado que no han sido pocas, 2 para el parlamento español y otra para las municipales. E incluso he votado bien, eso es bastante seguro, lo hice a los que creo que defienden más y mejor las funciones de redistribución del estado. A los que están más interesados en hacer llegar a todos los hogares de España, y parte del extranjero, el trabajo para todos, o por lo menos un sustento en su defecto. Pero para llegar a todos los hogares españoles habrá que preocuparse de que todas las familias tengan vivienda, que es un derecho porque es un bien de primera necesidad y no puede ser un mero negocio. Cómo no lo puede ser la educación y la sanidad, especialmente en los niños, y no sólo porque estemos cerca de la navidad.
Es verdad que antes me portaba mucho mejor y participaba políticamente mucho más, no había convocatoria electoral que no hiciese de apoderado por las candidatura buenas. Ahora en la última no pude, tenías cosas familiares, pero debería reconocer que igual en otro momento me hubiese esforzado, pero ahora ya no. Pero quién les envíe a ustedes a las casas para poner los regalos me dio unas indicaciones claras y mientras mi mujer y mi hijo pudieron ir a celebrar el cumpleaños de mi madre, yo me tuve que quedar en cama enfermo. Algo querría decir eso, no sé el qué, pero acabé yendo a votar en chándal con el pijama debajo, y parka como sobretodo. No hay foto, así que nadie se lo pedirá como regalo, no era el voto de mi vida.
Quizás es que ahora me porto bien de forma diferente, porque pesan las responsabilidades familiares y me gusta mi familia. Por eso me gusta la navidad, por lo que tiene de familiar, aunque la familia es más corta que antes. Pero me gusta. Puede resultar curioso que una persona de izquierdas, como yo, esté hablando bien de la navidad y de la familia, pero es así y quizás más habitual de lo que dicen los tópicos, pero a fin de cuentas los obreros hemos sido bastante conservadores.
En mi familia los izquierdistas nos hemos preocupado de la familia. Los cuidados son importantes, no tendría sentido dejar todo el cuidado de mis padres, mi mujer y sobre todo mi hijo a no sé sabe qué ente y yo dedicarme “a la revolución”. No sería justo ni izquierdista, por lo menos en la actual situación, quién sabe en otra. Pero hago mis pinitos políticos, alguna asamblea del barrio o del distrito de Barcelona en Comú, ya no las hay de EUiA (¿les puedo pedir que me devuelvan a mi organización por Reyes?). Algún escrito por aquí, lecturas, suscripciones y mi participación en el consejo escolar del colegio de mi hijo.
A veces pienso qué hago yo en ese consejo escolar, pero algo hay que hacer. Sin embargo el último fue muy interesante por lo menos para estar enterado de cosas, como que el año pasado fue el mayor en recortes en atención a la diversidad en las escuelas catalanas. Porque me dio por preguntar mirando el plan de actuación del colegio, que se iba a aprobar sí o sí. Pero mira tú por dónde me sorprendió que el año pasado fuera el de mayor recorte en este tema; básicamente parece que las ayudas sólo son para los niños que puedan molestar, si el infante no avanza pero no molesta eso no requiere atención, sólo que se comporte como un mueble. Así que muchas leyes y propuestas sobre diversidad pero la realidad es volver a los 80 parece. O sobre ayudas comedor de fundaciones privadas para familias que no entran en las ayudas públicas por mil motivos, y se asoma la patita de repente de otros mundos más complicados en nuestro mundo. Y me da por pensar que igual más que preocuparnos por las fake news, habría que preocuparse por las fake laws.
Esas realidades conviven con que yo sea hijo de trabajadores de manual, obrero de la SEAT y ama de casa ex-obrera de la Clausor hasta que se casó pensando en el cuidado de futuros hijos y padres enfermos. Me regalaron siempre su ejemplo, y lo siguen haciendo, el de los dos, no lo pedí pero los recibí, también de mis tías, también de mis tíos, pero sobre todo de mis tías. Saber estar en el mundo.
Lo dicho, siendo obrero tengo buenos estudios, mucho mejor que los que mis padres pudiesen soñar, ¿cuánto hubiese dado mi padre por libros de texto cuando era un niño? ¿y por ir al colegio cómo él quería?
Trabajo, techo y pan, los tengo y tiene que ver mucho la acción de estado apretado por tantas luchas sí, pero también la familia. Sería un imbécil si pensase que es mérito mío, algo tuve que ver, pero la posibilidad me la dieron ellos. ¿Cómo no voy a querer a la familia si en mi caso se parece al socialismo?
Pero quería que el nacer en una familia o en otra no fuese determinante y por eso, si me permiten, me gustaría pedirles para estas navidades un gobierno que se preocupe por estas cosas que les explico: educación, sanidad, trabajo… para todos. Espero que les lleguen muchas cartas como las mías y nos hagan felices, no sólo a mí, sino a tantas familias y así dejar de depender de la magia y las caridades.  
Atentamente.
Un niño bueno siempre.

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