miércoles, 22 de abril de 2020

L’escola (pública) catalana en el constitucionalismo español. Curso 2019-2020.

El título asustará a algunos, atraerá a otros que no acostumbran a venir y los que me conocen en directo o de este foro ya me deben estar viendo venir. También es verdad que hablo de escola catalana, cuando tendría que hablar de escola de Barcelona, pero eso puede dar lugar a equívocos cinematográficos y yo vengo con otra película, que es posible que también se esté rodando en más partes de España.A los que no acostumbran a venir por aquí y les ha llamado la atención el rimbombante título, les importará quizás saber sólo que año pasado en el colegio de mi hijo, cuando estaba en tercero de primaria, tenía una ficha que iba empezando por su calle, seguía por su barrio, su ciudad hasta llegar a la Unión Europea. Y sí, pasaba por la provincia de Barcelona, por Cataluña y por España. Con esto se quedarán constitucionalmente tranquilos, y no necesitarán saber más. Para ellos constitución y nación es lo mismo, y de hecho no se llaman a sí mismos nacionalistas, sino constitucionalistas.

Atención a la diversidad

Pero al resto, y quizás a algún nacionalista inquieto, les interesará saber que, por lo menos en Cataluña, el año pasado fue el de mayores recortes en atención a la diversidad en nuestros colegios. No los de los inicios de esta forma de economía en la que vivimos llamada crisis. Se ha hecho de forma sutil, la consejería de educación de la Generalitat ha cambiado los criterios para asignar recursos a los colegios, como si las ayudas sólo debieran servir para que los niños que puedan molestar no lo hagan. Da igual el avance del alumno en cuestión. Dan igual todas esas leyes y cosas que nos explicamos de educación para todos, y la convivencia y la diversidad, al final esto se aguanta con las profesoras, con las direcciones de los centros que se reorganizan y trampean como pueden, mientras piden ½ recurso más que no creen que llegue. Así todo parece normal.
Aunque diga la constitución artículo 9 – 2 “Corresponde a los poderes públicos promover las condiciones para que la libertad y la igualdad del individuo y de los grupos en que se integra sean reales y efectivas; remover los obstáculos que impidan o dificulten su plenitud y facilitar la participación de todos los ciudadanos en la vida política, económica, cultural y social.”. Sin entrar en lo que deben decir las leyes educativas que tenemos, e incluso los tratados respecto a la infancia que habrán firmado nuestros gobiernos.

Presupuestos familiares para centros públicos.

Además, luego se puede uno encontrar aprobando el presupuesto de un centro escolar plenamente público, donde el presupuesto del que se habla sólo tiene un 7% de aportaciones de las instituciones, y un 75% de las familias. La administración, o las administraciones, cubren los gastos generales, pero no el material fungible, o los materiales, o las salidas o colonias. Podría uno pensar que igual las colonias no son un elemento necesario de la educación, pero aun así el 7% no llega por ejemplo para para renovar mobiliarios o acometer ciertas reformas.
En algunas escuelas, dependiendo del tipo de familia, de su nivel de ingresos, debe ser dramático. Porque para algunas de las renovaciones de materiales u obras necesarias para acondicionamientos, los centros se plantear usar remanentes, cuotas de las famílias o tirar de AFAs o AMPAs, porque los presupuestos extras de la administración no se sabe cuándo serán aprobados ni ejecutados.
Dice la constitución española, todavía, en su artículo 27 – 4 “La enseñanza básica es obligatoria y gratuita”. No hace falta añadir sobre la claridad del artículo y de su realidad. Si está en un consejo escolar, le puede preguntar a la representación de la administración que asiste citando como buenamente pueda el artículo y ver qué le dice. Algo como que es el presupuesto que hay. Y comentar en voz alta que puede haber auténticos dramas en ciertos colegios. Es el presupuesto que hay.
Otro día nos podemos encontrar con informaciones sobre innovación pedagógica y hacer miles de cosas en los colegios, pero eso será con el presupuesto que haya. ¿Qué pasaría si las familias no hiciéramos esa aportación anticonstitucional? Es el presupuesto que hay y la administración sabe lo que hay, y de hecho pregunta a las escuelas públicas por las cuotas que cobran para que las familias sepan a dónde van cuando se matriculan. La concertación de la escuela pública.
¿Cuántas de esas cosas super chulas e innovadoras y grandes resultados no son más que las familias que van a esos colegios que ya disponen de los recursos culturales, educativos y monetarios para llevar adelante una determinada educación? Luego se disfraza de participación, del proyecto de las familias, del esfuerzo de todos y otras palabras bonitas y no “remover los obstáculos que impidan o dificulten su plenitud y facilitar la participación de todos los ciudadanos en la vida política, económica, cultural y social.”

Mucho por hacer y con posibilidades.

Sí, hacemos ver que todo funciona lo normal, pero porque unas veces hacemos la vista gorda y otras nos fijamos en cosas secundarias. Aunque si uno pierde la vergüenza, se sorprenda de que en estas peticiones el profesorado se suma y que uno no es un extraterrestre en ese consejo escolar. Hay mucho por hacer en los consejos escolares, en las AFAs y AMPAS como padres y madres, y seguro que los sindicatos tienen mucho que hacer. Pero no en solitario o de centro en centro. Y las izquierdas, e incluso ciertos centros o derechas comunitaristas, o simplemente patrióticas. Pero para eso, en el caso de Cataluña hay que volver a recuperar las Marees grogues y la reivindicación. Esto sí que va de democracia, ahora y dentro de 18 años.

Publicado en Debate Callejero en 07/02/2020.

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