domingo, 11 de noviembre de 2018

Apuestas arriesgadas

En aquellas elecciones, como casi siempre en l’Hospitalet, hacía de apoderado (electoral) de la cuadrilla de ICV-EUiA en mi colegio, que antes era las piscinas y entonces un despacho de la UNED en lo que había sido una fábrica de la Señora Tecla Sala. Como siempre un apoderado de los nuestros por varios del PSC, no sé cómo debe ser ahora. De aquel día me acuerdo de uno de ellos que luego he ido oyendo y sabiendo de sobrenombre Felino. Nos tenía simpatía, en alguno de los corrillos que hacíamos me vino a decir algo así como que los vuestros siempre se llevaron los porrazos y luego nosotros los votos. ¿Nosotros? Sí, los comunistas o los del PSUC. Algo así.

Luego me explicó experiencias contra el franquismo como trabajador de la SEAT. Era del PT (Partido del Trabajo de España) y de CCOO, se la jugaba bastante por lo que decía. Mi padre me lo confirmó, también militante de CCOO en SEAT entonces y hasta que se jubiló, y no sólo él me lo confirmaron. Me explicó que durante aquella época, supongo que estertores del franquismo, la policía o vete a saber quien vinculada a ella, le llamaban a casa y le amenazaban directamente o por medio de su madre. Cuando vinieron las primeras elecciones llegó a hipotecar su piso para ayudar en la financiación de la campaña electoral. Me comentaba que había gente que le decía, con buen criterio creo, algo así como ¿cómo te juegas el piso? Y él por lo visto les respondía algo como que si se había jugado la vida contra el franquismo, ¿cómo no se iba a jugar el piso?

Las cosas en el PT no fueron muy bien. Recuerdo por mi padre, que los del PT de la SEAT llegaron a montar una tienda de juguetes por unos reyes para poder pagar las deudas del partido, creo recordar haber estado, pero me parece difícil. Cada vez soy más consciente que confundo y mezclo lo explicado y lo vivido de alguna forma, pero recuerdo lo de la “tienda de juguetes de trabajadores de la SEAT”. Mi padre, aunque sin carnet vinculado al PSUC, seguro que intentaría echar alguna mano.

Quizás esas deudas fueron las que lo llevaron al PSC. Hay quien alguna vez me ha apuntado que gentes de la más diversa izquierda acabó acogida en el PSC-PSOE porque les echaron alguna mano en ese sentido y acumulaban cuadros y sectores interesantes, por ejemplo el PSP de Tierno Galván e incluso otros de izquierdas más radicales y duras.

Ahí era mi padre el que me hablaba de la apuesta más grande, la de unos compañero de taller en la SEAT, los del ERAT (Ejército Revolucionario de Ayuda a los Trabajadores). Alguna vez, en mi época de universidad o incluso del instituto, se veía alguna asamblea de trabajadores de SEAT en la televisión y me decía ese de la UGT era de los del caso ERAT. -¿Caso ERAT?- Sí, ¿no has oído hablar de ellos? Y me explicaba lo de los atracos a los inicios de la democracia y que cayeron. Y años después volvieron a la SEAT y siendo de la UGT, pero no sé confirmarlo. Al principio casi creía que se lo inventaba, porque no había oído hablar de ellos a nadie más y también por la historia de unos ugetistas que había optado no hacía tanto por la lucha armada. Quizás todo queda en el saco turbio de la transición donde estaban los GRAPO y el caso Scala. Y aunque turbio por la transición y el tiempo algo de verdad habría en todo eso.

¿Y si mi padre le hubiese dado la venada de con un hijo de 2 años incorporarse a eso grupo? Cuando alguna vez he visto a Aleida Guevara me viene eso a la cabeza, la pérdida de un padre, en cualquier caso por la llamada de la revolución, si se quiere por la Humanidad. Pero no sé si eso se perdona, a lo Gramsci “Cuántas veces me he preguntado si era posible ligarse a una masa cuando no se había querido a nadie, ni siquiera a la propia familia, si era posible amar a una colectividad cuando no se había amado profundamente a criaturas humanas individuales.” Y sí, pero uno no podría dejar de pensar, ¿con todos los padres del mundo porque tiene que ir el mío?

De hijos de, dejamos para otro día a Sergi Pàmies. No sé si en Debate Callejero, siguen mucho a Sergi Pàmies, hijo de la escritora comunista Teresa Pàmies y del secretario general del PSUC, Gregorio López Raimundo. Que por la lucha antifranquista del padre no le pudo poner su apellido cuando nació y  al que adoro escuchar en la radio o leer, especialmente cuando habla de sus padres y su compromiso y como lo vivía y vive él.

Pero volviendo a lo conocido y cercano conozco a amigos vinculados más o menos a la izquierda dependiendo del momento de mi época en AEP y esas cosas. Uno hace unos años el padre estaba pendiente de un ERE y tenía que decidir que le convenía más entre 2 ofertas de la empresa, y el día anterior todavía no se lo había mirado porque tenía una reunión del frente vecinal en el partido. ¿Primero el partido y luego ya si eso la propia pensión para otro día?. El otro tenía un padre de la SEAT que se había tomado tan en serio las cosas que no acaba de afrontar que la gente se calentaba la boca en general y en las asambleas en particular o que cuando la cosa tenía que ver con ellos muy lanzados, pero cuando era por otros ni aparecían. O que cuando era por otros todavía en peores condiciones, gentes sin casas a los que casi se les negaba el agua pública, a él le daba por la bebida, no sabíamos si como forma de ir para adelante o como estética de la derrota. O algo así.

Apuestas arriesgadas en lo personal, no sé sabe bien hacia qué puerto colectivo.

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