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sábado, 30 de julio de 2016

El oficinista: de Moscú a Barcelona, las cosas van

No, seguro que no eran los mismos que cuando se habían conocido hacía ya más de quince años. Por su parte no sabía si era madurez o desgana descreída. Si pelas demasiado una cebolla te quedas sin cebolla le había leído a Semprún cuando le flipaba quería ser el héroe de la clase obrera. Héroe o redentor o simple perdonavidas que quería añadir algún cero el cheque de gratitud que siempre se acaba queriendo cobrar.

El Oficinista, como tampoco Vicente Sala, que cuando iba a reuniones a Madrid en autobús. Cuando se conocieron El Oficinista fue en tren, en un tren que ya no circula y pagaba el vicerectorado de estudiantes. Siempre ha pensado que si empezaron a hablar fue por el corto mono azul que llevaba la otra mitad de la delegación barcelonesa. Se hacía mirar aquella chica conservadora en lo económico y liberal en lo afectivo, o a eso jugaba ella y les había quedado a los 2 un documento que entonces le parecía demasiado socialdemócrata, ahora también pero por motivos diferentes.. Pero al final de la semana se quedaron hablando los 2 chicos de sus monos azules internos que habían heredado de alguna forma u otra de sus mayores y no acabaron de ver del todo que había debajo de aquel otro corto mono, un fracaso más que sumar.

Hacía quizás algo más de 15 años que El Oficinista había ido a la conmemoración del 500 aniversario de la fundación de la Universidad de Alcalá de Henares, quien dice 500 dice 15 de la nueva universidad creada en la época de final del baby boom universitario cuando todo era de color moderno en España después de Olimpiadas, Expo y primer AVE Madrid-Sevilla. La delegación barcelonesa se alojaba en la misma residencia que la de la Universidad de Moscú post todo lo que habíamos conocido hasta entonces y que ellos creían que era inmutable si no era para avanzar.  La delegación de 4 estudiantes era digna de una película antisoviética a lo Ninotchka, así se lo pareció al verlos sentados frente a frente en los 2 sofás del comedor. El jefe ampliamente sentado en uno de ellos y los otros 3 encajados en el otro. Situación desigual que se le quedó clavada como los comentarios del único de los otros 3 que hablaba español y hacía de traductor. En aquel Madrid tan lejos de Moscú en el que all traductor le sorprendían los coches que veía por el gran Madrid, coches normales. Normales; en Moscú quien tenía coche tenía un cochazo y el el resto pues nada o una nadería de coche. Se le quedó la cara de su novia fija discontinua de entonces cuando se lo explicó. La cara de Cruz al escuchar aquello.como imagen de la desigualdad y siempre le vino esa historia a ella cuando a los inicios de la crisis general se ponía como ejemplo del vivir por encima de nuestras posibilidades los cochazos comprados a cuenta de las hipotecas. Le revolvía el comentario del traductor del ruso a la situación española. ¿Cómo se debe decir desigualdad en ruso o la habrían pensado en borrar de su diccionario después de 1917?

El inicio de la crisis general no les acababa de coger directa y gravemente a ninguno de los 2. Si lo hacía no era de lleno. Eran un triunfo de los trabajadores o del socialismo. El Oficinista se veía como el legado del triunfo social de los de aquellos sectores que habían accedido por fin a la universidad con los gobiernos del PSOE y tenían derecho a rentabilizar su esfuerzo de alguna manera. ¿No era aquello que el comunista sin carnet de su padre o con carnet como el padre de Cruz o Sala reclamaban como comunismo o socialismo según el día?

En Cuba o Rusia quien vale para estudiar estudia y a los niños les dan un vaso de leche en el colegio cada día… y todos tienen casa y sanidad”. Sus hijos habían estudiado porque valían o simplemente se lo habían podido permitir y no les había faltado nunca el colacao y el bocadillo en el patio. Por casa no sería.

Si había sido por los socialistas del PSOE o por la lucha del PCE y Comisiones como mantenía Cruz cuando se ponía provocadoramente chula hasta hablar de Felipe como agente de la CIA o decir que todo lo que habían rematado en una primera fase el PSOE eran cosas de la UCD en dialéctica con el PCE con posibilidades de movilización. Ellos se habían aprovechado y de una forma o de otra a pesar de las crisis cotizaban para las pensiones de sus padres. Y algún derecho o privilegio se habrían ganado con su esfuerzo, ahora les debía tocar a ellos.

Vicente Sala llegaría en un tren de Alta Velocidad Española que saldría y llegaría a su hora. Cogería el metro hasta la universidad que tuviera que ir, ahora como investigador, lo cogería y llegaría según lo previsto. Andaría por las aceras con baldosas y cruzaría por paso de cebra que se iniciaban y acababan en semáforos. Podría leer algun periódico sin problemas e incluso con alguna crítica al gobierno mientras se tomaba un café con leche y un bocadillo de jamón con tomate untado y aceite de oliva. Las cosa funcionaban para ellos y podían incluso encontrarse en la plaça de Joan Peiró el ministro asesinado por el franquismo. Y de allí bajar al parque de la España Industrial por la parte del dragón para no tener que esquivar a los vagabundos que vivían en la torre principal. 

Hablarían de sus trabajos y proyectos si el niño les dejaba porque Júlia había decidido irse de compras con su madre. Y lo hicieron.

Vicente se reía de los problemas con el piso que tenía alquilado El Oficinista: “¡quién te ha visto y quién te ve!”. La inquilina había dejado de pagar durante un tiempo porque había perdido el trabajo que tenía cuidando a una mujer mayor. Despareció la mujer mayor y desapareció el trabajo. Tenía un delay de 2 meses pero iba haciendo por pagar y siempre estaba el sostén de los padres en caso de problema grave le podía ayudar a resolver. La inquilina no podía decir los mismo y cualquier golpe de mala suerte podía pasar por patinazo propio.

El Oficinista tomaba café solo en el chiringuito del parque mientras el niño jugaba, se acercaba y les preguntaba ora por alguna foto del periódico que había encima de la mesa ora porque se diesen prisa para jugar con la pelota. Un niño despierto, todo un proyecto. Café,horchata y helado pagados. El ambiente del parque no decaía y los paisanos de la inquilina a la que no conocían ensayaban sus bailes para carnavales o alguna fiestas patrias de aquellas tierras que un día también fueron España. Objetivamente la inquilina le estaba manteniendo el piso sino pagándolo, pero subjetivamente era una lata para sus encuentros esporádicos con Cruz, el espacio y la piel también son cosas materiales.

Vicente de Madrid se fue con el crío a jugar mientras El Oficinista se concentraba en la lectura de La Vanguardia. Así estaba el patio escrito y allí el patio general. Vicente y Aristóteles Oficinista zapateaban la pelota hasta que se acercó otra niña del cole con su padre y sus 2 hermanos a jugar con ellos. Desde lejos los reconoció El Oficinista, el padre parecía tímido o simplemente no dominaba el idioma, pero con el madrileño parecía más suelto por el reporte que le dío al volver. Un irresponsable que había dejado el trabajo, porque pasaba 12 horas fuera de casa y a pesar del casal infantil aún tenía que pagar una cangura que hacía que perdiese dinero. Seguro que Cruz pensaría que irresponsable no, o por lo menos no irresponsable familiar y al madrileño las cuentas le salían claras, por clara ventaja competitiva ese padre debería hacer canguros en vez de dedicarse a otra variante de los servicios.

El Oficinista no se podía imaginar el trayecto del otro padre al bajo Baix Llobregat en transporte público, el ganaba bastante en los trayectos diversos con su 4x4 urbano y de ahí sacaba dinero para comprar tiempo de lectura mientras el otro debía enganchar 2 transbordos. ¿Qué diría Cruz? La echaba de menos aunque fuera para escuchar decirle la suerte que tenía de ser un moscovita con cochazo a aquellas alturas, y que aún le estaría salvando el cole público del hijo, concesión aún no clara si a su mujer, a su amante o al que fue.

Publicado y debatido en DecateCallejero.com en 07/07/2016.

martes, 5 de julio de 2016

No sé si somos los mismos…

… los que decíamos ante la no formación de gobierno que queríamos un sistema a segunda vuelta como en Francia para desempatar, que los que nos quejábamos de volver a ir a votar y lo caro que nos iba a salir. De ahí que no sé si somos los mismos los que seguimos hablando mal de la Ley D’Hondt porque parece que minusvalora el voto de los partidos nacionales pequeños, que los que controlamos la ley electoral francesa y seguimos yendo a votar a un presidente.
No sé si somos los mismos los que nos quejamos porque los políticos se ponen de acuerdo cuando en toda las campañas, en los parlamentos y en las teles se discuten y enfadan (¿no son enemigos?) que los que nos quejamos porque no se ponen de acuerdo (¿no quieren lo mejor para España?).
No sé si somos los mismos los que sospechamos que todos los que están en política se llevan un buen jornal empezando por los apoderados e interventores en jornada electoral, que los que no queremos que nos llamen de presidente o vocal de una mesa en día de votación sabiendo de verdad que algo se cobra.
No sé si somos los mismos los que apostamos por dejar lo mínimo en manos de los políticos, que los que luego queremos que se paguen y organicen las elecciones ellos y no molesten. No sé si somos los mismos los que apostamos e idolatramos la democracia, y luego depende de que vayamos a votar a que no haga ni demasiado sol ni demasiado poco sol.
No sé si somos los mismos los que no queremos explicaciones largas y complejas, pero luego decimos que son tontos si nos lo quieren explicar todo en titulares y tuits. No sé si somos los mismos los que queremos candidatos solventes, preparados y razonables, que los que queremos guapos candidatos carismáticos que nos motiven e ilusionen.
No sé si somos los mismos los que queremos normas y civismo y luego nos traemos el perro[1] el día que te toca estar en la mesa electoral, que los que luego nos quejamos del votante que llega al colegio a las 19:58.
No sé si somos los mismos los que queremos que el control de las elecciones quede en nosotros los ciudadanos puros, que los que pedimos a los apoderados que nos expliquen qué hacer porque soy el presidente y no me he leído la mitad del libro de instrucciones[2]que es muy aburrido.
No sé si somos los mismos los que pedíamos voto electrónico para no tener que contar, que los que ahora nos hemos enterado de que el recuento necesita fiscalización popular y no nos fiamos del ministro del interior y de las empresas del recuento.
No sé si somos los mismos los que adoramos al pueblo y lo popular, que los que luego nos quejamos de lo que votan.
No sé cuándo soy yo mismo.
[1] Aquí ya es personal, nunca he visto tanto perro yendo a votar dentro del recinto electoral. No pasó nada malo más allá de algún ladrido y que pisé un hueso de goma durante el recuento.
[2] En Catalunya con la mitad vale, porque en la otra mitad pone lo mismo pero en otro idioma.

Un día de campaña en Sants y En Comú

La verdad es que para mi militancia se presenta como muy complicada esta campaña a pesar del contexto de ganar en Catalunya e incluso en España. Pero es que desde las municipales de hace un año ha sido un no parar de elecciones por aquí y aún no sabemos si después del verano volveremos a ellas para elegir un nuevo carlament en el Parc de la Ciutadella o vaya usted a saber incluso si para el congreso de los leones. Igual cambian los argumentos de los que decían que debía gobernar la lista más votada. Ya lo dejo aquí escrito, no lo creo, debe gobernar el que consiga los apoyos suficientes para formar gobierno. Se acumula el cansancio político, militante, ciudadano o como se le quiera llamar. Se acumula el cansancio laboral, el doméstico e incluso el de tener ocupada una tarde con el inglés. El tiempo para la democracia me lo noto mermado. ¿No les han dicho a ustedes nunca aquello de la política para el que vive de ella?
La última campaña fue más llevadera, voté En Comú Podem, en la que estaba incluida EUiA y nada más, objeción de conciencia. Fue un lujazo eso de verlo todo en la tele y no aguantar todo el día en el colegio electoral y el recuento final y doble. Aunque la verdad que es todo un cambio en este ciclo ver que tu montón de papeletas es de los gordos, como en las municipales de Barcelona.
Esta vez quiero pero no puedo hacer mucho más que participar en una mesa en el barrio, entre Carretera de Sants y Rambla de Badal. Desde luego tiene mérito, un domingo a las 10:30 en el local del distrito de ICV para montar un par de mesas y repartir algo de propaganda. Además de domingo por la mañana no hay ambiente electoral, casi no hay carteles y ese domingo es posible que fuéramos la única candidatura haciendo algo así en todo el distrito de Sants-Montjuïc. Pero ahí estábamos personas de EUiA como DRodri con el que llevo ya un montón de campañas electorales, en la universidad y luego en la vida real. Personas de ICV, de Podem, de BComú, de su casa y de sus cosas porque no sé de donde vienen pero sí donde están un domingo por la mañana. Y eso de juntarse varios para hacer cosas motiva, ya veremos si son adheridos, militantes, afiliados, activistas o ciudadanos. 
Al ralentí se reparten los materiales. Se encargan Miguel y Maite, la verdad es que me dejo llevar. Echar un mano, esta vez no puedo hacer mucho más. Nos falta una carrito, alguien trae el suyo. De camino hablamos de esto y aquello con DRodri y con Maite, me sale mi fobia principal a las motos en las aceras y Maite soporta mis vehementes argumentaciones. Ahí estará el filón electoral en unas municipales del que prometa quitar las motos de las aceras, eliminar las cacas de perros, a las palomas e incluso estirando que te escupan el aire caliente de los aires acondicionados de los bajos o que tengas un sitios para aparcar en la calle a costa de no se sabe quién. Eso sí que sería populismo.
Nos espera otro compañero con una carpa. Montamos. Me voy a tomar café con DRodri. Volvemos. Pasan gente mayor, pocas familias. Los hay que se acercan a coger el panfleto. Sonríen, hay gente mayor que tiene ganas de votarnos. Con mayor quiero decir por encima de los 50. Una pareja me pide el programa, quieren el de Unidos Podemos para una persona de fuera, les remito a la web, ella me dice que cada mañana en natación pide su churro. Sonríen cómplices. Sonrío pero no entiendo, me explica que pide el churro lila. No es la única persona que nos identifica con Podemos, otra señora nos coge el papel, anda, duda y vuelve para decirme que si estos son los de Podemos, que antes les gustaban los de la CUP, pero ahora no. Que votó ya a Colau. Le explicamos que la CUP a estas no se presenta y que esta vez estamos todos los otros juntos y se queda con el logo.
En algún momento DRodri queda inhabilitado políticamente, un señor mayor le explica largamente su visión de las cosas. Suerte que no nos pagan por papel repartido. Otro le dice que nos votará porque Pedro Sánchez es un malhablado. No lo entiendo ¿malhablado?. DRodri tampoco, pero que no se va poner él a contraargumentar para defender a Sánchez Que era por aquello que le dijo a Rajoy se ve. Quizá lo que hizo mal fue envainársela luego.
Casualidades de la vida mis andantes padres pasean por allí, la ruta del colesterol de l’Hospitalet se les queda corta. Maite le da un papel a mi padre y este le pregunta si somos de fiar, no le da tiempo a ella a estar descolocada del todo porque se acercan y me dan 2 besos cada uno. Ella le dice entonces que él sabrá y sonríe.
Hay que sonreír, pasa gente, y bastantes son receptivos. Maite esperaba más famílias y a mi me sorprende alegremente ver muchas parejas de indígena y no indígena. Antes de dar el folleto digo “en comú podem” porque también hay quien no lo quiere. La que pasa diciendo que la política es una mierda. Pues es la vida, la política es la vida. El que te esquiva para que no le mires siquiera porque no quiere el papel pero tampoco decir que no. Los grupos que comentan. Como no, pasan los indepes convergentes diciendo que están “muy en contra” de nosotros y parece que nos lo quieren explicar porque remolonea.
Me decido a bajar por la Rambla hasta las vías. Pero un señor mayor me para y me dice que él no votará hasta que los políticos cobren el sueldo base y que la única solución es la tercera guerra mundial para volver a reconstruirlo todo. Que él nació en el 30, que ha pasado la guerra, la posguerra, la segunda guerra mundial… y que nunca han ocupado nada. Que siempre se han portado bien, que no se puede ocupar nada de los demás, que si uno tiene una casa pues puede hacer con ella lo que quiera y tenerla cerrada. Algo le comento de la constitución, que hay derechos superiores a otro y que todo tiene un punto medio. ¿Se puede tener un piso cerrado 15 años porque sí mientras hay gente sin casa? Me habla de que hasta los niños responden mal, no como antes. Antes le digo que a mi padre le decían que no estaba para pensar en el trabajo y que si decías que algo estaba mal, el gobierno te pegaba. En algún momento le pongo de ejemplo a Anguita, ya que estoy, de ahí saca que no le parece bien esto de tantos partidos juntos. Que nos aclaremos, que tendría que ser el partido comunista en todas España y punto, que de hecho él cuando votaba lo hacía por López Raimundo. Y alguna cosa más y volver a la tercera guerra mundial y tan amigos después de un cuarto de hora.  
Miro hacia abajo, hacía las vías ahí ya no queda gente. Subo otra vez a carretera de Sants. Recogemos la mesa. Hablo con DRodri lo que nos sorprende que digamos que por ejemplo IU siempre ha tenido un programa socialdemócrata, que yo ya lo decíamal le pese a Pablo Franco. Y él que ya lo explicaba Julio Anguita: socialdemócrata en el programa y radical en la defensa de los derechos humanos.  
Maite incombustible sigue repartiendo en el camino de vuelta. DRodri acarrea el carrito y yo miro y pienso en llegar a casa. Ver a Zeta y al Senyoret_G, y en las tareas domésticas pendientes, y que supongo que no seré el único de campaña por aquí y que estos días deparan entretenimientos extraños incluso para los cafeteros de este foro.

Vienen los comunistas

Leo el título que he puesto y me da la impresión de estar hablando de alguna película de Ozores, verdadero y puro cine político popular. Pero no es así en principio, sino que parece que ahora con la alianza entre Izquierda Unida y Podemos vendrán los comunistas de verdad. No nos los pintan con cuernos y rabo pero sí como un gran peligro para la democracia con los que corremos riesgos de perder muchos de nuestros derechos y libertades y que para ello nos quieren camelar con falsas promesas. Así que además de comunistas, populistas.
Los peligros son claros si llegan al poder Unidos Podemos: se puede hundir la economía y crecer al paro hasta muy por encima del 5%, pueden usar los medios de comunicación para sus intereses y su propaganda, poner a sus hombres (y mujeres porque son comunistas) en los cargos de las principales empresas del país, que el gobierno se quede con nuestras propiedades, recortar derechos como el de la libertad de expresión, que no se pueda criticar el gobiernos o que un gobierno de rojos no responda a la ciudadanía ni le de cuentas de su actividad y sobretodo que hagan propuestas antes de gobernar que saben que no van a cumplir.
A los que piensan que esto no puede pasar, que una exageración de la prensa solos le puedo recordar que son cosas que ya han pasado en nuestro entorno político. Empezando por el final, sobre lo del populismo, no es la primera vez que alguien propone un millón de puestos de trabajo, u 800.000, así en una economía no centralizada ni planificada. O que propone salir de una estructura multinacional y luego pues se matiza. Sin contar propuestas como la de bajar impuestos del PP, que a nadie le amarga un dulce o unas chuches. Tanto el de Aznar como el de Rajoy. Uno porque es verdad que bajó los progresivos, pero luego subió los directos; y el otro, Rajoy que en las primeras elecciones que ganó lo hizo a lomos de su gran propuesta sobre rebaja de impuestos de la que pasó al día siguiente. Ojito con el populismo, no nos puede volver a pasar.
Hay que destacar el control económico que acostumbran a tomar para sí los comunistas, se reparten las empresas entre los amigos. Ya sea amigos de pupitre como ya pasó con Telefónica, ahora Movistar para los más jóvenes, como amigos de la vida en general con el sistema bancario público que eran las cajas o se instalan a los amigos en los consejos de administración de las principales empresas.
No podrá haber democracia si los comunistas toman el control de los medios de comunicación y se reparten frecuencias y ayudas públicas sólo para medios afines. O se inyecta dinero negro directamente a medios digitales, y como ya nos avisó el Churchill Fake, lo harán en nombre de la Libertad (Digital). O igual son torticeros y aplican aquello de “el acceso a dichos medios de los grupos sociales ” a pequeños grupos afines que les hagan de fuerza de choque mediática y callejera cuando toca hacer oposición como hicieron contra las medidas más liberales en materia moral de Zapatero.
No puede ser que los comunistas aprovechen la ley mordaza para paliar toda disidencia y desacuerdo político, y se prohiban banderas en actos públicos, eso no puede pasar ni en nuestra España ni en nuestra Europa. Ni que el presidente del soviet supremo se esconda de las preguntas de los medios o no quieran sus ministros y comisarios dar explicaciones en el parlamento.
 No, no queremos a esos comunistas, pero a los comunistas que yo he conocido y conoce Manuel Castells, pues sí, toca darles una oportunidad creo.