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martes, 5 de julio de 2016

Vienen los comunistas

Leo el título que he puesto y me da la impresión de estar hablando de alguna película de Ozores, verdadero y puro cine político popular. Pero no es así en principio, sino que parece que ahora con la alianza entre Izquierda Unida y Podemos vendrán los comunistas de verdad. No nos los pintan con cuernos y rabo pero sí como un gran peligro para la democracia con los que corremos riesgos de perder muchos de nuestros derechos y libertades y que para ello nos quieren camelar con falsas promesas. Así que además de comunistas, populistas.
Los peligros son claros si llegan al poder Unidos Podemos: se puede hundir la economía y crecer al paro hasta muy por encima del 5%, pueden usar los medios de comunicación para sus intereses y su propaganda, poner a sus hombres (y mujeres porque son comunistas) en los cargos de las principales empresas del país, que el gobierno se quede con nuestras propiedades, recortar derechos como el de la libertad de expresión, que no se pueda criticar el gobiernos o que un gobierno de rojos no responda a la ciudadanía ni le de cuentas de su actividad y sobretodo que hagan propuestas antes de gobernar que saben que no van a cumplir.
A los que piensan que esto no puede pasar, que una exageración de la prensa solos le puedo recordar que son cosas que ya han pasado en nuestro entorno político. Empezando por el final, sobre lo del populismo, no es la primera vez que alguien propone un millón de puestos de trabajo, u 800.000, así en una economía no centralizada ni planificada. O que propone salir de una estructura multinacional y luego pues se matiza. Sin contar propuestas como la de bajar impuestos del PP, que a nadie le amarga un dulce o unas chuches. Tanto el de Aznar como el de Rajoy. Uno porque es verdad que bajó los progresivos, pero luego subió los directos; y el otro, Rajoy que en las primeras elecciones que ganó lo hizo a lomos de su gran propuesta sobre rebaja de impuestos de la que pasó al día siguiente. Ojito con el populismo, no nos puede volver a pasar.
Hay que destacar el control económico que acostumbran a tomar para sí los comunistas, se reparten las empresas entre los amigos. Ya sea amigos de pupitre como ya pasó con Telefónica, ahora Movistar para los más jóvenes, como amigos de la vida en general con el sistema bancario público que eran las cajas o se instalan a los amigos en los consejos de administración de las principales empresas.
No podrá haber democracia si los comunistas toman el control de los medios de comunicación y se reparten frecuencias y ayudas públicas sólo para medios afines. O se inyecta dinero negro directamente a medios digitales, y como ya nos avisó el Churchill Fake, lo harán en nombre de la Libertad (Digital). O igual son torticeros y aplican aquello de “el acceso a dichos medios de los grupos sociales ” a pequeños grupos afines que les hagan de fuerza de choque mediática y callejera cuando toca hacer oposición como hicieron contra las medidas más liberales en materia moral de Zapatero.
No puede ser que los comunistas aprovechen la ley mordaza para paliar toda disidencia y desacuerdo político, y se prohiban banderas en actos públicos, eso no puede pasar ni en nuestra España ni en nuestra Europa. Ni que el presidente del soviet supremo se esconda de las preguntas de los medios o no quieran sus ministros y comisarios dar explicaciones en el parlamento.
 No, no queremos a esos comunistas, pero a los comunistas que yo he conocido y conoce Manuel Castells, pues sí, toca darles una oportunidad creo.

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