He visto muchas veces a Oteiza hablando de la felicidad de enfrentarse a la página en blanco, no es mi caso aunque tampoco llega al terror que atribuye a Mallarmé. La escritura requiere hábito, como todo lo que tiene que ver con el gusto, pero el hábito de escribir por escribir tampoco tiene gracia sin tiempo que nos ocupe una vida que sustente las reflexiones para tener algo que contar. Me cuesta enfrentarme a la página en blanco cuando tiene que ser de forma ordenada, pero a la vez tengo tantas cosas que decir, por lo menos a la gente que aprecio, aunque me da que ya no es importante lo que pueda expresar. Con lo que valoraba hace años lo que decía, el debatir, el discutir y ahora como aquel libro “Digues que m’estimes encara que sigui mentida[1]” prefiero que me den la razón o darla con tal de no discutir. El debate de verdad lo dejo para los amigos y tengo que estar descansado.
Me cuesta escribir, por falta del tiempo para tener el hábito, pero tengo temas que me rondan la cabeza y de los que voy tomando notas que al cabo de los días pierdo, o aun conservándolas, las letras pierden el sentido. De verdad que desde hace días me rondan por la cabeza cosas muy interesantes sobres las fake news y las injerencias rusas.
Tal como nos hablan de las fake news, uno podría pensar que hasta hace cuatro días los gobiernos y medios de comunicación habituales sólo nos decían la verdad. Sin duda. Me viene la cabeza un José Bono explicando jocoso cómo mentía en el último congreso del PSP inventando saludos de partidos socialdemócratas y socialistas de todas partes para ayudar a que el último congreso del PSP lo fuese y acabase integrado en el PSOE. Y podríamos seguir, con los USA, los que siempre se han preocupado de que todo lo publicado en el mundo fuese verdad y nunca se entrometían en los asuntos de otros estados. Les daría para hacer una escuela y le podrían llamar Escuela de las Américas. Y daría para mucho más. Y en el mismo tema y otra vez de forma local, me ronda en la cabeza, ¿desde cuándo dicen la verdad los diarios que leo? ¿Cuándo fue la última vez que mintieron? ¿Hace 40 años o cuando hablaban bien del rey sobre todas las cosas?
Pero luego puedo saltar a la democracia inglesa, la que tanto valoraban para ellos y tanto destruían fuera. Para mí los británicos en la UE son los que siempre se han opuesto a la Europa más social, y sin políticas sociales no puede haber democracia. La verdad es que si el Reino Unido decidió irse de la UE en referéndum, creo que le resto tendríamos que tener derecho a votar echarles o que no vuelvan si al final no se aclaran. ¿Por qué vamos a ser menos demócratas los europeos continentales que los europeos isleños? Y esto vale para todos, es una de las preguntas (la 7) que hice al principio del proceso peninsular, unas preguntas de hace ya más de 5 años por cierto, ¿la autodeterminación también puede valer para echar a una parte o sólo para irse? Y podría ir también a lo loado de la democracia inglesa por parte de los independentistas catalanes por el referéndum escocés, ¿pero y qué pasó con las colonias británicas? ¿Siempre ha sido la cosa tan limpia en los últimos 100 años? ¿Y los juicios a los jeques que se caen con el pene fuera?
Y al final siempre acabamos en Cataluña, aunque intento no ir a lo de siempre. Este fin de semana estuve en Tárrega, y a uno que viene de un sitio como l’Hospitalet, le ha vuelto a sorprender “esa otra Cataluña”, esa a la que no se llega en metro, como ya me pasó en Berga. Me sorprende encontrar unas ciudades pequeñas insertadas o muy cercanas todavía al mundo rural, pero realidades urbanas como de donde soy yo. Diversas, con problemas similares aunque a mí me choquen, e incluso con pasado industrial e innovador, unas l’Hospitalets insertadas entre nomenclátor de naciones sin estados y muchos recuerdos del 1-0.
Me cuesta decidir a por cuál ir. Esperando que sus comentarios me ayuden a decidir a qué tema ir para ponerlo negro sobre blanco, aunque corremos el riesgo de que quede gris o que al final no sepa decir más que los apuntes con los que he llegado hoy. Pero no insistan, que de Torra no hablaré, o de si Els Comuns serán conscientes de con quién ha llegado a acuerdos y con quién no, y qué gobierno es el que debe defender, aunque eso ya sería liarme muy mucho y con pocas posibilidades de éxito.
[1] Traducido sería “Dime que me quieres aunque sea mentira”. Tengo que leer a Montserrat Roig, mira que es fácil.
Publicado en Debate Callejero en 11/11/2018.
Publicado en Debate Callejero en 11/11/2018.
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