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domingo, 25 de abril de 2021

Una jornada electoral nada común. De vocal en #Eleccions14F

 A Zeta, el Senyoret_U y al mosso que decidió que nuestro colegio cerrase a las 20:00 

Pues otra vez elecciones en Cataluña, autonómicas, no les puedo hacer mucho análisis de campaña ni resultados, por una parte tenía otros asuntos personales y laborales que atender durante la campaña, como tantos otros y por otra aún no tengo muy claro como ha quedado el parlamento catalán, entre otras cosas porque ayer estuve de vocal en estas elecciones nada comunes y el lunes ha sido para la família. 

Tenía prevista mi apoyo a En Comú Podem con mi voto y haciendo de apoderado. Tenía permiso en casa si me llevaba una mascarilla FFP, pero finalmente más tarde de lo habitual me llegó el nombramiento como vocal 1 de de la mesa electoral, así que el debate quedó zanjado. Hasta me pareció que en la complicada situación actual nos tocase a personas que pensábamos que se tenían que realizar estas elecciones. Precisamente por la crítica situación (al contrario que el grueso procesista) no podíamos estar con un gobierno descabezado y sin parlamento. Gobierno descabezado por la falta de cabeza de Torra, ERC y Junts per Catalunya. No, la responsabilidad no era de la JEC o los jueces, precisamente la diferencia entre el antiguo régimen y el camino de la democracia es la supeditación del poder a la ley. Pero me alejo de un tema que me va grande para volver al domingo de elección y decidir colectivamente nuestra apuesta como sociedad. 

Sobre esta jornada electoral, podría entrar en críticas a la forma de hacerlas y estirarlas para cargar sobre éste o aquel, pero no, el mejor resumen es que todo fue bien. Básicamente bien, en una organización que implica a Govern de la Generalitat, ayuntamientos y personal de colegios (y otros recintos). Durante los días previos tenía cierta aprensión a cómo reaccionar ante actitudes de los llamados a las mesas hostiles a su celebración, pero hubo las quejas humanas y razonables: alegaciones no respondidas, cierta impotencia de estar en una movida que no se ha pedido y casi sin poder preguntar o sin tener respuesta a las situaciones particulares de cada uno. 

Me sentí seguro, creo que llevaba más protección que muchas cajeras de supermercados o de los vendedores paradas del mercado o limpiadoras de tantos sitios o tanta gente que no ha dejado de trabajar en peores condiciones desde marzo para que los demás podamos seguir con acceso a alimentación, educación y tantas actividades necesarias. El recinto estuvo muy ventilado, tuvimos material para protegernos y una vez más personal (mujeres) que iban pasando con la limpieza.

Ya digo estuve seguro, podría sacar punta a que las mascarillas eran KN95 y no FPP2, que en las recreaciones previas en la televisión había pantallas delante de las mesas y las famosas bandejitas para los carnets de identificación que no tuvimos o que nos tomaran la temperatura una vez constituida la mesa. Pero con las pantallas faciales, mascarillas, sentido común y ventilación nos fuimos apañando. Eso sí no dejé de tener todo el día cierta incomodidad y una sensación de ser metalúrgico como la protagonista de Flashdance (What a Feeling). 

Ya digo que la implicación en las elecciones es amplia, pero estoy agradecido a mis 2 compañeros, hicieron para que todo saliera bien e incluso eran gente interesante para pasar todo un día entero. Una vez constituida la mesa nos empezamos a cabrear al probar el equipo, nos costaba ver con la pantalla facial. Que mal se ve, que mal se ve, ¡porco governo!, esto está sucio, no se ve una mierda, hasta que vimos que tenía una película protectora y que al quitarla todos salíamos ganando. 

Los ciudadanos que se presentaron a votar siempre colaborativos y pacientes, con las confusiones habituales de buscar mesa sin tener en cuenta la sección. Este año añadían el tenerlos apuntados como votantes y preparados delante de la urna y de pronto preguntarnos dónde están los papeles… Fuera, las papeletas están fuera, y esperar a que volviesen, votaran y preguntasen si ya estaba todo. Muchos ánimos y agradecimientos por lo que hacíamos también. 

El momento relativamente más complicado, quitando los nervios normales de constitución de la mesa, fue para ponernos los EPIs, la verdad es que el responsable de seguridad vino hacía las 18:00 y nos explicó como si el modelo fuera de tipo bata de hospital, cuando nos los fuimos a poner era más tipo mono, para todo hay modas, y desde entonces retumban en mi cabeza los Beastie Boys. El responsable vino a disculparse luego. En nuestro caso éramos tres gafotas y al ponérnoslo y con la pantalla facial se nos empañó todo: pantalla y gafas. Salimos al patio del colegio a airearnos y la verdad es que no vino nadie a nuestra mesa, y parece que a las otras quién llegó fue algún despistado, con porte de despistado y cara de despistado. Básicamente a las 19 y poco habían acabado las votaciones.

 Insisto creo que fue muy bien, aunque entiendo que muchos ciudadanos estuviesen preocupados por si debían ir y por todo tipo de casuísticas, y que hay momentos complicados en que la máquina burocrática nos engulle como a la compañera de la mesa contigua que a última hora tenía ataque de migraña y tuvo que aguantar en la oscuridad del patio a que acabase la jornada. Pero de verdad que creo que fue bien y que pensaba que sería más agobiante de lo realmente fue. 

Publicado y debatido en Debate Callejero 16/02/2021.


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