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domingo, 4 de noviembre de 2018

La culpa la tienen Els Comuns: no hay república.

Intento ser cauteloso con todo el tema político últimamente, sobre todo en Catalunya, quizás en confluencia de pensamiento con Guillem Martínez cuando en alguno de sus artículos en CTX recomendaba no dejar de hablarnos y de retejer relaciones. O quizás porque con las discusiones en la redes sociales, cualquier cosa se vuelve surrealista en cuatrp frases, entre otras cosas porque en poco espacio y con mucha gente a la vez, las discusiones y debates son difíciles. Hay que ir volviendo al pasado cual amish para el debate político: blog y e-mail.
Aun así, al final no dejan de menudear los ataques desde los independentistas catalanes a los comunes que, no sé por qué, me acaban fastidiando. A veces se centran mucho en lo mal que va la ciudad de Barcelona, capital de Catalunya, y sorprendentemente le echan la culpa a Ada Colau al alimón con Ciudadanos y Partido Popular. Hasta cierto punto puede ser bueno volver a hablar de política municipal desde los dos extremos nacionalistas de Catalunya, que tengan cosas en común y de qué hablar y que ambos bloques nacionales expliquen “sus programas” municipales. Sería un gran inicio de las elecciones locales que están a la vuelta de la esquina cuando parece que ambos polos están más interesados en hablar de banderas, colores y trapos que de propuestas y soluciones en los asuntos de ciudad:
  • Alcalde tengo un problema.
  • Mi solución, mi bandera.
Pero cuando pasa ese furor municipal, se vuelve a la crítica nacionalista (catalana) o soberanista (catalana) o procesista o lo que quieran ser; que consiste en echar en cara a los Comuns la no consecución de la República. La República catalana claro.
Ciertamente dentro del bloque procesista, hay incluso independentistas con visión política, pero la matraca de que los comunes tienen la culpa de la no república es habitual. ¿Por qué es evidente que no hay república o hay que discutir eso también? ¿Y de quién es la culpa?
La cosa me llama la atención bastante, ya que si se supone, como ellos mantienen, que el independentismo es mayoritario, y muy mayoritario. Si se supone, como muchos de ellos mantienen, que el 1 de octubre del año pasado fue un referéndum con todas las garantías y efectos posibles, obviando lo que dijeron los observadores internacionales. Y si finalmente se supone, como muchos de ellos mantienen, que la república fue proclamada, aunque el presidente esté en Bélgica y se volviesen a realizar una elecciones autonómicas a las que todos se presentaron.
Si todo esto es así, ellos son los dirigentes de la república y será de ellos la responsabilidad de lo que pasa en la República, no de un pequeño grupo de la oposición en el Parlament de Catalunya. ¿O son unos gobernantes republicanos, pero irresponsables?
Ya puestos, hasta los comunes son los culpables de los consellers presos, como algunos echan en cara. Pero si Catalunya, tanto en la legalidad autonómica como en la republicana, tiene competencias en materia de prisiones, ellos son los carceleros de los consellers encarcelados, no los comunes. Si, como algunos plantean, todo es voluntad, tienen las llaves en sus manos de un futuro esplendoroso.
Ahora bien, sigo pensando que si hablamos en serio y sobre realidades, y la política va sobre eso, sobre mejorar el presente real, debemos llegar a acuerdos y eso, nos moleste o no, también será con los irresponsables del bloque nacional monárquico español dentro de Catalunya y del resto de España, y con la UE.

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