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domingo, 31 de octubre de 2010

En azul una fosa es diferente

Los que se rasgan las vestiduras ahora con la investigación sobre las fosas de demócratas asesinados por el fascismo español no lo hicieron a finales de los 90 cuando nuestros gobiernos, también del PP, financiaban inhumaciones de soldados de la División Azul en Rusia.

Publicado en Debate Callejero el 02/05/2010, pero sigue vigente:

En los últimos días le han pasado muchas cosas a nuestra memoria histórica, concepto redundante por cierto. Está claro que somos un país en el que hace falta recalcar, tenemos una memoria tan selectiva como la explicación diaria del presente. Los hay molestos por mirar que pasó en nuestra guerra y, sobre todo, en nuestra última y larga posguerra, olvidan que el franquismo mató hasta con Franco muerto. Aunque siempre ganó, ¿quizás algunos deberíamos aprender de la tan loada deportividad de Samaranch? ¿Perdimos y sólo nos queda decir el nacionalcatólico amén?

Rebuscando en mi propia memoria me he acordado de algunas cosas que vi en la tele o leí hace algunos años sobre otros muertos, aparentemente menos polémicos. Me ha dado por rebuscar con la ayuda de Google y no es del todo fácil acabar de encontrar. En los últimos 90’s  nuestros gobiernos iban a remover fosas y pasado de nuestros muertos en el extranjero y no pasaba nada. Y eso que eran muertos de unidades del ejército nazi, aunque de nacionalidad española. Sí, la famosa División Azul era la 250 división de infantería del ejército alemán, en el frente Ruso de la Segunda Guerra Mundial. Y eso no levantó las polvaredas que está ocasionando las búsqueda de la verdad en las tumbas de los  represaliados republicanos, será que es otro lodo y otras tierras.

En 1994, nuestro gobierno firmó un acuerdo con una organización alemana, Volksbund Für Dregsgräber Fürboge, que se encargaba de darles digna sepultura a los soldados alemanes muertos en la zona durante la IIGM. El acuerdo incluíaefectuar la exhumación de los restos y proceder a los análisis necesarios para la identificación de los cuerpos”. Y no era una tarea fácil, “de los 5.000 españoles que fallecieron durante la mayor guerra de la historia, aproximadamente 3.500 se encuentran repartidos en 70 enterramientos de campaña que el avance de las tropas del Eje iba dejando a su paso.”

No oí bramar a los que ahora lo hacen por los parados y los costes económicos de ciertas tareas, o sobre si se abrían heridas europeas o decir que el gobierno tenía cosas más importantes que hacer. Unos muertos que debían acabar en un cementerio en Novgorod presidido por un monolito “La muerte no es el final porque siguen en el recuerdo y el corazón de la patria“, con un par. ¡Lo que debería ser para algunos ese monolito sobre ellos!, conociendo historias como la del actor Luis Ciges, o de otros que fueron obligados por la situación de represión en España, o de otros directamente enrolados a la fuerza junto a fanáticos nazi-fascistas españoles forofos entonces de monolitos como éste.

En principio era un cementerio también para los españoles que hubiese en el Ejercito Rojo, pero en 1997 sólo había en Novgorod voluntarios de la División Azul, por lo visto los rusos no hacían distinciones por nacionalidad y combatían muchas veces como guerrilleros. Pero la conclusión es la que es, el cementerio es sólo para divisionarios azules.

En la búsqueda de datos que ayudasen a localizar las tumbas, el general José Colldeforsllegó a acudir a Quien sabe dónde. Aquel día, la Brunete y el Tercio de Montserrat mediáticos estarían viendo La 2.  Pero no, incluso ABC estaba al tanto de este tipo de cosas y hablaba con agrado de unos jóvenes toledanos que habían ido a buscar la tumba de un pariente para repatriarlo en 1998 y que, incluso, “han fundado una asociación desde la que ayudan a traer a España los cadáveres de todos los soldados españoles que aún están enterrados en Rusia”. ¿Qué dice ABC de entidades del mismo tipo pero que hacen su búsqueda no tan lejos, sino por la cunetas de España?

Además, a partir de 1999 se llevó también adelante la repatriación de cadáveres desde Rusia a nuestro país. Nunca he acabado de entender lo de repatriar cadáveres, la verdad, pero como es una cosa que responde a la creencias y necesidades íntimas de cada vivo, no me meto demasiado, e incluso los hay que lo necesitaban en 1997 para que pudiese “cerrarse la herida que lleva 55 años abierta.

Humanamente los hay que todavía a día de hoy necesitan cerrar sus propias heridas en nuestro país, y no les dejan. También tienen derecho. Políticamente también estamos los que necesitamos cerrar definitivamente un pasado negro y autoritario de dictadura franquista y poder recuperar para siempre algo tan necesario en democracia: el valor de las palabras y del conocimiento de lo que somos sin amenazas más o menos latentes.

Nota final.
He intentado encontrar referencias sobre el estado actual de la situación, de si sigue habiendo ayudas, de qué pinta tiene el cementerio de Novgorod, pero tirando de Google no he sido capaz. Documentos TV y también 30 minuts de TV3 le dedicaron espacio y comparación al tema hace algunos años, pero por mi falta de tiempo y de internet en casa no he podido acceder a dichos documentales. Tampoco he sido capaz de encontrar referencias en la web del ministerio de defensa que parecía el encargado del tema. Y para finalizar diré, por si alguien tiene dudas, que no me opongo a que se busquen los cadáveres de los divisionarios azules.

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